Palencia Entre Líneas

Cuatro apuntes sobre un sentimiento y una forma de vida: la nuestra. Palencia existe, se ve, se toca y se disfruta. Es un modo de vida.

28 diciembre 2006

La prensa inocente

Diario Palentino no deja de sorprenderme cada 28 de diciembre. Soñar, dicen, que es gratis. El año pasado nos aseguraban que, aprovechando la fábrica de Renault en tierras palentinas, nuestra provincia sería sede de un nuevo circuito de Fórmula Uno... alucinante, ¿o no? ¿Alguien se imagina a Lobato narrando el Gran Premio de España desde el circuito de Palencia... lleno hasta la bandera, todas las plazas hoteleras agotadas...? O hace un poco más cuando Moreno firmaba una noticia en la que afirmaba que el Palencia compraría al Logroñés, que estaba en quiebra, con todos los beneficios que el club palentino obtendría. Este año, DP nos sorprende diciendo que EA Sports va a incluir La Balastera en el juego de FIFA. La repera, ya vemos la locución de Manolo Lama: «Buenas tardes desde La Balastera para vivir esta final entre el Bayern de Munich y el Liverpool. ¡Qué gran partido, Paco!». Desde luego que ingeniosa es un rato.
En el Norte de Castilla, quizás se deba a mi torpeza, pero en la edición digital he encontrado cosas que... sorprendes son un rato, no sé si inocentadas. Hoy publican cosas de este estilo:
"La Policía tiene que intervenir en una discusión de pareja". Que si dos, en vez de montar el numerito en casa, lo montan en la calle, en Valentín Calderón. Que si llega la policía, y pone un poco de orden. Y que, después de todo, ni fulano demanda a fulana ni al revés. «El Pacificador» podría ser el título de esta peliculilla, con argumento más propio del cine de barrio.
Ahí va otra ¿pseudo? inoncentada:
"Identificado un joven ebrio que agrede a otro"
La historia va de un borracho que se cae en una tienda, y cuando le despiertan, le mete un guayazo a otro y Santas Pascuas porque el agredido ni se molesta en denunciarle. Pero ahí está la noticia: el borracho ha sido identificado. Pues nada, ¡enhorabuena!
Hombre, tienen pinta de ser verdaderas cuanto menos, pero resulta simpático leer algún parrafillo de estas características.

25 diciembre 2006

Nochebuena de noche

Reconozco no haber ido nunca a la misa del gallo. Ayer, teniendo en cuenta que hoy es festivo, salimos en busca de algún bar abierto para celebrar entre amigos la Navidad. El punto de encuentro era la Iglesia de Santa Marina, justo a la salida de la misa.
Allí acude la novia de mi amigo Fernando con su familia. Y es digno de destacar el ambiente de celebración que envuelve la entrada a la iglesia. Nada más llegar, sorprende la fogata preparada en un rinconcito de la acera, que sirve de remanso y calor y para tomar un buen vasito de mistela invitados por la comunidad parroquial. Allí la gente bromea, está de buen humor, no hay caras largas, se juntan niños, medianos y mayores.
Lo que me más me chocó, más que nada porque jamás lo había visto, es que alguien sacó de la nada una soga y se pusieron a saltar a la comba quienes quisieron. Hombre, la verdad es que no había visto a nadie saltar a la comba en la calle a la una de la madrugada, pero bueno, eso es querer.
Al margen, el ambiente típico que se impregna en el lugar de haber estado en una celebración, la de la Nochebuena, por la que, al fin y al cabo, tenemos unos días de vacaciones. Para unos de reuniones y, por desgracia para otros, de malos rollos. No me voy a meter con que si se ha perdido o no el espíritu navideño y todo ese tipo de historias y debates sin fin. Mi sensación es que la Nochebuena se estaba perdiendo en su verdadero sentido y me sorprendió cuando Noe me dijo que la iglesia estaba hasta arriba de gente.
De los bares, ni hablemos.

15 diciembre 2006

Marta le da más brillo (si cabe) a la San Silvestre


He hecho bien en apuntar entre paréntesis el "si cabe". Me refiero a la San Silvestre Vallecana, la mejor carrera de todas cuantas se celebran a lo largo y ancho de nuestra geografía cada 31 de diciembre. El pasado martes, Marta acudía al centro Nike de Madrid para recoger su dorsal. Una carrera en la que, cuantas más inscripciones hay, más gente se apunta. Este año por las calles madrileñas habrá la friolera de 20.000 participantes. Y es que la propia Marta lo dice: "Es la mejor San Silvestre del mundo. Correrla es un placer porque no hay mejor manera de acabar el año que compartiéndolo con los atletas populares". Pues claro que sí. Es la atleta más destacada de las que participan. Todo un honor para la carrera de Vallecas. En chicos estarán hombres de la talla de Chema Martínez o Jesús España, otros que también hicieron de nuestras delicias en el Europeo de Goteborg allá por el mes de agosto.
Decía Marta también que Vallecas es lo máximo para un atleta, lo mismo que dijeron Martínez y España, y la verdad es que ganar una carrera como esta da prestigio al deportista en cuestión. Aunque este año Palencia tenga su papel cubierto en la mejor San Silvestre del mundo, todavía se me viene a la cabeza la imagen de Isaac Viciosa, todo un experto en esta prueba navideña (hasta cuatro victorias: 1996, 2000, 2001 y 2002).
Aprovechando la presentación, a Marta se la preguntó sobre su futuro: "Si no hay problemas, haré el 10.000 (en los europeos indoor de Alemania)", pero quién sabe si vuelve a haber un imprevisto cambio de planes. Esperamos, eso sí que, antes, el día 31, con un poquito de suerte, cenemos con buenas noticias.

11 diciembre 2006

La despoblación

Quisiera destacar el artículo que firma Óscar Herrero en la edición de hoy lunes en Diario Palentino titulado "Población de Palencia en 2264: 0 habitantes".
Es un cálculo basado en el actual ritmo de despoblación que sufre Palencia en nuestros tiempos. Sí que es verdad que de aquí al 2264 aún queda mucho y ha podido caer un meteorito que destruya a Castilla entera de aquí en unas horas. Como idea, para vender el reportaje es genial (y de la foto ni hablamos), pero a partir de ahí tenemos que saber leer el presente. Hay un dato alarmante, y es que Palencia es la tercera provincia de España en la que menos niños nacen.
Sí que es verdad que es un fenómeno que afecta a todo el país por igual y que sólo aquellos sitios donde van los inmigrantes son los que pueden salvarse un poco de la quema. Véase el caso de Madrid, donde las cifras de aumento son para asustarse, pero todo en gran parte a los inmigrantes que se van censando.
Actualmente en la provincia estamos censados unos 173.000 palentinos. Aunque palentinos viviendo en Palencia me da que son un puñado menos. El que aquí escribe, por ejemplo, lleva 5 años viviendo en Madrid, y podré seguir otros 90 sin pedir la "doble nacionalidad" y seguir firmando como palentino aunque mi vida transcurra lejos de mi tierra. Quizás no soy más que uno de tantos ejemplos de lo que pasa con Palencia: escasez de oporunidades de trabajo para los jóvenes, ausencia de unos estudios universitarios con título propio (¿qué queda de la Primera Universidad de España de la Historia?), escasez de llegada de inmigrantes (con relación al porcentaje de otras provincias), alta tasa del paro, la gran cantidad de ancianos que viven en los pueblos, el poco atractivo que ofrece Palencia a las industrias foráneas... Si lo juntamos todo, no hace falta ni tirarse de los pelos porque nos sale el retrato de lo que es Palencia: una ciudad con una prosperidad más que dudosa.
Pero esto no es nuevo. He oído muchas veces que Palencia es una ciudad de servicios. La innovación industrial sigue brillando por su ausencia desde el año del descubrimiento de la tos. Y si nos fijamos en cómo está la FASA a día de hoy... creo que aún temblando por las consecuencias de la supresión del turno nocturno de trabajo. Y en la provincia, ¡qué le vamos a hacer! Resignarnos. Los abuelos que viven desperdigados por nuestras tierras me da a mí que ya no están en edad de concevir más retoños. Y los cuatro chavales que habitan los pueblos acaban abandonando, se vienen a la capital o buscan su futuro más allá de nuestras fronteras. El campo palentino no es rentable, cuesta mucho dinero y esfuerzo mantenerlo y vivir de ello. Las subvenciones no lo son todo. Las condiciones climatológicas también han cambiado y el campo ya no es lo que era apenas 40 ó 50 años.
En fin, al bueno de Óscar no le podemos quitar la razón: Palencia se nos va.

04 diciembre 2006

Al dormir

Ya más de medio mes sin escribir en este blog. Quizás por falta de tiempo, o quizás por falta de inspiración. Por suerte o por desgracia he tenido que estar a otras mil cosas que apenas me han hecho sentir de cerca alguna fuente de inspiración sobre mi Palencia en el día a día. No así lo han sido, curiosamente, mis sueños. Llevo cuatro o cinco días recreando en mis sueños escenarios completamente fieles a la realidad sobre mi barrio, sobre el Pan y Guindas. Lejos de ofrecer escenarios totalmente distorsionados, veía mi calle tal como es, con las mismas distancias entre bloque y bloque, con la misma gente que un día pudiera aparecer.
Son sueños bastante reales, quizás producto de la morriña y de que allí pasé años y anécdotas ya irrecuperables, y que yo considero buenas. Quizás sean las ganas de pasar una noche agradable, buena, apacible, soñando con lo que a mí me gusta, sintiéndome agusto, una vía de escape a las calamidades que me acechan en los madriles entre trabajos, estudios y demás cuestiones de vida en la capital del caos.
No es raro que a veces mi pasión por el fútbol y por el Palencia me lleven a soñar con algo que no ha pasado nunca todavía: cosas tan concretas como llegar a ir con el bueno de mi padre a comprar una entrada en el nuevo estadio y ponerme saludar a gente que me espero encontrar allí el primer día que de verdad vaya.
Quizás producto de mi imaginación, de mis deseos, de mis recuerdos, pero es una gozada poder despertarme con ese buen gusto de haber sentido pasar unas horas cerca de mi casa. Decía Descartes que nos puede resultar difícil distinguir el sueño de la vigilia... Quizás a Descartes le pasara algo parecido a lo que a mí estos días. Es algo pasajero, ¡qué duda cabe! En cuanto enlace unos días seguidos en las tan preciadas vacaciones de Navidad seguro que esto ya no tendrá más importancia. Pero a buen seguro que las Navidades en mi tierra vuelvan a hacerme sentir la necesidad de pasarme por mi blog a dejar algunas nuevas palabras.