A eso de las 11 de la noche de ese mágico 11 de julio pasó lo que tenía que pasar:
Seguro que nos han oído desde mucho más allá. Un país de casi 40 millones de españoles gritando durante casi un minuto "GOL" al mismo tiempo tiene que ser lo más parecido a un tsunami, pero emocional. El sentimiento español se ha hecho muy fuerte: "Yo soy español, español, español".

Los más impacientes, en cuanto el fulano que nos arbitró pitó el final, corrieron como locos a bañarse a la Plaza de España. Pero merecía la pena quedarse un poco más para ver a Casillas levantar la Copa del Mundo en directo.
Luego sí, en la fuente de la Plaza de España no cabía un alma. Muchos precavidos ya fuimos con el kit completo: bañador y chanclas. Personalmente me sentí como hace ya 10 años: única vez en mi vida a remojo en una fuente pública, para celebrar la octava del Real Madrid, en el agua de Ponce.
Lo único que podemos lamentar es que no hubiera una sola pantalla gigante, un macro punto de reunión para disfrutar del partido, a diferencia de muchas otras capitales españolas, incluso más pequeñas que Palencia, que sí lo tuvieron.
Me di cuenta de algunas cosas más: que el agua de la fuente escuece en los ojos (a saber lo que tendrá), que a más de uno se le podría apodar "pulpo Paul" y no por acertar quinielas y que esto es muy, muy pero que muy grande.
Grandes, grandes, grandes. Se nos acaban las palabra, se nos acaban las lágrimas emocionantes de lo que se vivió ayer. Hoy se nos ponen los pelos más de punta al ver las preciosas imágenes que son testigo de que el Mundial es nuestro.
ResponderEliminarGeneraciones y generaciones de españoles han soñado ver este momento. Muchos se han ido sin poder disfrutar de un partido épico como el de ayer.
Mi padre, forofo del fútbol y con lágrimas en los ojos era el ejemplo más cercano de lo que vivimos ayer. Aún es pronto para asimilarlo. En un tiempo veremos lo grandes que han sido estos chicos, esta generación. Tenemos un doblete histórico. El Mundo se rinde a nuestros pies. Nosotros nos rendimos a los pies de Andrés o las manos prodigiosas de Casillas.
Son 23 hombres que han hecho historia. Olé por Del Bosque, él también se lo merecía.
Besos!