Palencia Entre Líneas

Cuatro apuntes sobre un sentimiento y una forma de vida: la nuestra. Palencia existe, se ve, se toca y se disfruta. Es un modo de vida.

31 mayo 2010

La magia del domingo noche

IMAGEN 1 IMAGEN CRISTO
Hay que reconocer que las noches de domingo al lunes siempre tienen cierto velo de encanto. La semana se acaba mientras nace una nueva. Es la madrugada en la que se descansa con el poso que deja el vermouth, el fútbol, el paseo, algunas chucherías y los deberes de última hora antes de preparar la mochila para el cole.
Si es invierno, les hay que ni salen y ni tan siquiera se desprenden del pijama aunque ese día toque paella en familia y postre especial. Si es verano, mientras a algunos les lleva más de lo previsto bajar la basura, otros descansan al rebufo de la televisión con la ventana abierta y la luz apagada para que no entren los bichos. Pero tanto en invierno como en verano, la madrugada de domingo a un lunes envuelve a la ciudad con un aura mágico que aporta tanta inquietud como melancolía.
La soledad con la que se produce un paseo a esa hora, por ejemplo, por la Calle Mayor, sin auriculares, se acompasa con el repicar de las suelas bajo los soportales y, a la vez, con el gozo efímero de pensar de que la calle, en ese momento, no es más que del que camina. Aunque siempre quedará el run-run del Club 38 para devolvernos a la vida real y ver que, de verdad, el domingo también puede ser un día de celebración si la compañía lo permite.
Nunca el tránsito de un coche fue tan significativo: ¿dónde irá, a estas horas? Nunca encontrarnos a algún otro alma vagante fue tan enigmático: ¿qué hace aquí? Y nunca el silencio se hizo tan rotundo ni los sonidos más insignificantes tan llenos de contenido. Nunca antes nadie se da cuenta, incluso desde el vial, de que pasan tantos trenes de mercancías rompiendo, con su monstruoso traqueteo de hierro y cargamento, a Palencia en dos partes divididas por un telón de estruendo.
Palencia, por las noches, no las de fin de semana, huele a café y, según qué rincones, a panadería, aunque cada vez existen menos hornos en el casco urbano. También huele a verde si se pasa cerca del río. Y si lo cruzamos, desde un poco más allá nos damos cuenta de que la ciudad duerme muy profundamente. Seguro que la torre de San Miguel, colosal desde el horizonte, ronca aunque no la oigamos.
También existen a esas horas las historias del que acaba de terminar la guardia o va a empezarla, del que viene de cerrar el bar, del que reparte los periódicos, del que no tiene sueño, del que coge el coche porque tiene que marchar o del que bebe en soledad sea domingo, martes o el Día de los Difuntos porque su vida es una completa mierda.
En unas horas comienzan a sonar los despertadores. Los autobuses de la Yutera y los que van a Valladolid se llenarán de estudiantes, los bancos de pagadores, el paro de luchadores y otra semana más que llega:
- ¡Verano otra vez, ay, hija, cómo se va el año! ¡Uf, con este calor no hay quien pare!
- Pues prepárese que aún no ha llegado el verano de verdad, que estamos acabando mayo - le dice la dependienta, sonriente, mientras le da las vueltas de la compra.
- Bueno, y... ¿no dicen, bonita, lo de que hasta el cuarenta de mayo...? A ver si da tregua porque nos vamos a achicharrar.
Feliz lunes.

24 mayo 2010

Con dignidad

Lamentablemente, como viene siendo la tónica habitual, no pude estar el domingo en Palencia. Sí tuve la oportunidad de comunicarme el lunes pasado con mis compañeros de COPE para hacerles saber que el domingo contábamos con ellos para que toda España, a través de Tiempo de Juego, supiera lo que Palencia y Jaén estuvieran haciendo en La Nueva Balastera.
De camino a casa pude escuchar a Raúl González comentar, conexión tras conexión, que aquello seguía con empate a cero, aunque antes, mi buen amigo Alberto, el gran técnico de esa casa, me calentó un poco la oreja con el ambientillo que había en el estadio 50 minutos antes para ponerme el gusanillo en el cuerpo.
Llegado a casa, no tuve más que sintonizar al genial Jicho a través de Internet para ponerme los pelos de punta, para meterme de lleno en una gran final, a sabiendas de que, en caso de pasar, quedarían otras dos finales más y, probablemente, más complicadas.
Pero daba igual: el 1-1, el de la ida, pintaba tan bien, había mantenido una ilusión tan grande a lo largo de toda la semana, había arrancado tantas sonrisas... Me decía mi tío entre semana: "¡Que nos quiten lo bailao!"
El final ya lo sabemos todos. Como nos decían en el colegio: punto y final, a otro renglón. Porque esto se ha hecho desde cero. El derroche que se ha demostrado a lo largo de la temporada y las impresiones que cada uno expresa donde quiere tras lo de ayer, se resumen con una sola palabra: dignidad. Mucha dignidad.

Porque un equipo que volvió de Tercera, con déficit, cuyo objetivo no estaba en el ascenso, ha ido creciendo y haciéndose fuerte a cada paso y a cada partido. Y respetable, muy respetable. Porque la afición, aunque digan que se eche de menos más unanimidad a la hora de cantar y gritar, sigue siendo de diez: conozco poca gente tan orgullosa de ser de un equipo de la tierra como nosotros. Gente que en sus redes sociales se viste con el escudo del Palencia o aparece con la bufanda para que le identifiquen con el equipo ése sobre el que la gente te pregunta “¿en qué división está?” Eso no tiene precio.
Una dignidad que vale por un largo aplauso, con un final, dicho sea de paso y siguiendo la constante de esta reflexión, muy digno, como el que hubo entre ambas aficiones al término del partido: la del Jaen desde el césped; la del Palencia, desde la grada, con un cruce de sentimientos contradictorios. Sólo queda seguir trabajando, menuda lección para los tiempos que corren: el trabajo bien hecho dignifica y te hace grande.


17 mayo 2010

La otra gárgola: la del esqueleto

Si la Catedral de Palencia tiene una particularidad que la hace única es su famosa gárgola del fotógrafo, fruto de una obra de restauración de principios del siglo XX. Y, sin embargo, hay otra gárgola, que se encuentra a su lado, menos conocida, pero por lo que se lee en blogs de viajes y páginas de arte, no menos atrayente: la gárgola del esqueleto.
Tal es así que en el programa Cuarto Milenio de esta pasada madrugada, de Cuatro, una espectadora que debió pasarse por nuestra tierra quedó, cuando menos, sobrecogida (pues, de lo contrario, no habría enviado la fotografía a un programa de fenómenos paranormales y misterio) con la gárgola en cuestión. Y es que, efectivamente, vista de cerca, la figura da cierto repelús.
Hablé hace poco con Laura, una canaria residente en Madrid, que estuvo en Palencia en una ocasión y se acuerda perfectamente de la gárgola del esqueleto. Será por detalles y, curiosamente, también se quedó sorprendida por la misma estatuílla. Uno llega a preguntarse si es para tanto ese pequeño esqueleto de piedra postrado en el ábside de la Catedral con esa postura a medio camino entre lo inquietante y lo siniestro?

Las gárgolas representan imágenes que distan mucho de lo religioso, seguramente como símbolo de que lo profano y lo demoníaco se quedaba fuera del templo sagrado. En el programa de anoche, mientras la periodista Carmen Porter se quedaba con las vidrieras, su compañero Íker Jiménez destacaba la cripta. La Catedral de Palencia es tan bella que sus detalles y leyendas son las que la hacen tan especial, y cada cual puede quedarse con lo que más le guste, pues hay para elegir.
Quede, de paso, patente la fotografía que alguien publica en su fotolog, seguramente una de las más originales y tenebrosas. La "bella desconocida" lo es en sí entera: todo es cuestión de adentrarse y conocerla más profundamente. No sé si cambiará tanto conocerla en medio de una tormenta, pero cualquier templo gigante del pasado nos fascina y nos sobrecoge al mismo tiempo cuando hace que nos sintamos insignificantes al lado de lo que es tan espiritual como desconocido.

14 mayo 2010

A comprar un piso

Nos movemos entre los "indefinidos" y la "indefinición".
Me siguen llegando comentarios de gente cercana a los que, afotunada o desgraciadamente (de verdad, que nunca se sabe qué es realmente lo mejor) van cayendo en sus manos contratos indefinidos. Generalmente, el paso siguiente está siendo el de comprar un piso.
Es algo así como una cadena que tiene dos pasos: Contrato y Compra. Como si A desencadenara, necesariamente, B. El gran problema al que, sobre todo, la gente de nuestra generación (la de los 80) tenemos es que ni A ni B están construidos sobre suelo firme.
Si compramos de primera mano, lo general es que compremos sobre el papel, sobre el proyecto, sin saber si la constructora podrá acabar, y, por suerte, no hay Poceros palentinos. Si compramos de segunda, ¿quién sabe si el que vende, lo hace porque no aguanta más en ese bloque en el que se han instalado familias polémicas de inmigrantes o son pisos que el casero alquila a cualquiera? ¿Quién sabe si vende porque ese piso es fruto de una hipoteca / operación especuladora? Y es que muchos, lo que buscan, es una simple casa para vivir y se encuentran con un problema.
Además, ser indefinido tampoco es una garantía de trabajo de por vida. La empresa que quiebra, quiebra. Punto. No hay más. Si no hay liquidez ni con el embargo, la deuda no se va a cobrar jamás.
Y resulta curioso que, al conversar con toda esta gente que ya ha comprado o que tiene previsto hacerlo a corto plazo, la pregunta es la misma: ¿qué se ha hecho mal para que nuestros padres, con un solo sueldo que entraba en casa, se pagaba el piso, la luz, el agua, el teléfono, la gasolina (¡y el coche!) y, si el sueldo del papá era generoso, para ciertos caprichos? Algo se ha hecho mal y nosotros no tenemos la culpa. Y eso que Palencia no es tan caro, relativamente... Pero estamos pagando por ello.

04 mayo 2010

Se habla de fútbol y de tantas cosas...

IMAGEN: Diario Palentino (Óscar Navarro)
S
e me acumula el trabajo y hay tanto que comentar...

Empezando por la gran alegría que nos ha dado el Club de Fútbol Palencia. Aún queda una jornada por delante antes de sacar a relucir la pluma de oro para ir tomando nota de lo que nos toca por sorteo. Pero la frase que Pepe Calvo dice en sala de prensa es para poner los pelos como escarpias: "Vamos a hacer lo posible por subir a Segunda".
Estamos mucho más arriba de donde pensamos según volvimos a la División de Bronce. A Calvo le han dado para el pelo a lo largo de la temporada, criticándole en muchos partidos de tardar en hacer los cambios, de hacer algunos partidos dignos de un equipo más bien mediocre... Pero muchos rivales, como hizo el Zamora el domingo, acaban aplaudiendo la labor del técnico morado al que definen como buen estratega. No sé cuántos pensaremos que tanto en lo deportivo como en lo extradeportivo, el equipo se encuentra "verde, verde, verde", que diría el otro, para dar un salto como el que se nos presenta. Aunque ahora no es momento de pensar, sino de sentir, y de recordar la magia que recorrió nuestras calles cuando tuvimos al Huesca frente a frente hace muy poquito tiempo.
Al margen, otro galardón más para nuestra increíble Marta, que sigue recogiendo el fruto de tanto esfuerzo y tan buen hacer. Ayer sacaba a relucir sus mejores galas para recoger uno de los premios institucionales con más peso: El Premio Nacional del Deporte 2009. Ella ha sido la mejor chica deportista. El mejor chico juega al fútbol y gana mucho más que ella (el fútbol es así): Xavi Hernández.
Y una reseña para una buena persona y una de las mentes más inquietas que estoy conociendo: el doctor Enrique de Soto, que ayer por la tarde tenía el privilegio de darse a conocer en el programa La Tarde con Cristina, de COPE, donde ha hablado de su último libro: un curioso manual para entender el caló, el idioma que hablan algunos de los "chachos" (y no tan gitanos) que tanta influencia ha tenido en nuestro castellano: más del que pensamos.