Palencia Entre Líneas

Cuatro apuntes sobre un sentimiento y una forma de vida: la nuestra. Palencia existe, se ve, se toca y se disfruta. Es un modo de vida.

11 julio 2012

La justicia, según nuestras madres

La primera de todas fue mi madre. Mi hermana, durante una temporada muy cortita, fue alérgica a determinados conservantes y colorantes. Cuando yo llegaba a casa con la típica bolsita de chucherías porque había sido el cumple de un amigo del cole, mi madre la guardaba y decía: "cuando se cure, os las coméis entre los dos". Yo, con apenas 5 años, sentía que, en mí, se despertaba una sensación de injusticia que chocaba con el espíritu de solidaridad que trataba de inyectarme mi madre por otra parte. Claro que, cuando mi hermana se curó, compartimos tanto las golosinas atrasadas de los cumpleaños de mis amigos como las de los suyos. La frase que mi santa madre repitió durante toda nuestra infancia fue: "O para los dos o para ninguno." Con la salvedad de que si sólo uno de los dos se portaba mal, el azote era para el culpable.
Cuando estaba en el instituto, recuerdo dos casos claros de esos que marcan. Uno fue el no poder ir al viaje de final de la ESO, en el que generaciones de cursos anteriores habían descargado parte de la adrenalina adolescente por algún extraño rincón de Mallorca o cualquier sitio similar. Pero tuve la mala suerte de haber hecho 4º curso justo un año después de que los alumnos anteriores se portaran desastrosamente mal. Decisión del centro: no volver a cometer la locura.
Y el otro caso, anterior, en 2º de la ESO, alguien tiró no sé qué por la ventana, lo cual no estaba bien. Entonces, el jefe de estudios, que era Antonio Lafuente (en paz esté) entró en nuestro aula a preguntar: "¿Quién ha tirado eso por la ventana?"... Silencio... Y repite, con castigo incluído: "¿Quién ha tirado eso por la ventana? Si nadie dice nada, no salimos hasta una hora después de que acaben las clases."... Silencio... Y empieza el ultimátum: "¿Quién ha tirado eso, a la una?"... Miradas... "¿Quién lo ha tirado, a las dos?"... Murmullos: "Venga, decidlo..." "¿Quién ha tirado eso, a las tres?"... "¡Venga!"... Y la sentencia fue que pagamos todos.
Gracias a eso, te manejas en conceptos como la justicia, el altruismo, la sociedad... y sus contrarios. A veces, pagamos justos por pecadores. Ahora, con la crisis, es lo mismo, pero con dinero. A nuestros gobernantes les falta ser más paternalistas. En una familia, si se pasa hambre, los padres se quitan de lo suyo para que los hijos puedan crecer. Aquí es la revés. Y si empezamos por ahí, lo demás falla: la justicia deja de existir y hasta la misma democracia queda en entredicho.
De todas las definiciones de la justicia, me quedo con la de mi madre: "o para todos o para ninguno."

1 comentarios:

A las 12/7/12 08:47 , Blogger juan ha dicho...

Creo que algunos también hemos pasado por la misma experiencia con Lafuente, su castigo modelo era "os quedáis a las 2 hasta que yo diga", he incluso mandarte limpiar el patio a las 2 porque algún compañero había ligado alguna. O incluso quien no ha pasado por su despacho a que te echara la regañina o bronca, dependiendo.
Otro alumno del Victorio Macho

 

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