La cara de una nueva moneda
Llegamos a otro fin de semana jugoso, de ésos en los que, por arte de magia, alguien un día estableció la necesidad de hacer regalos en el día de la madre. Los comercios se frotan las manos, más después de otro fin de semana, larguísimo, de cuatro días seguidos de asueto (dicen que sólo ocurre una vez para cuatro décadas), entre Semana Santa y Día de Castilla y León, con todo cerrado.
El Parque Comercial 'Arambol' vive su momento de gloria con un feliz nacimiento: donde la maleza y los rebaños de ovejas (cuando pasaban) han hecho vida durante décadas, ahora existen naves llenas de cachirulos electrónicos, calzado, ropa, artilugios para la casa e, incluso, hamburguesas de usar y tirar.
Un Parque que, de entrada, ha triunfado porque son locales donde se puede comprar a cambio de precios asequibles, donde se han instalado franquicias (como Aki o Worten) inéditas en unos cuantos kilómetros a la redonda, que vienen avaladas por unos estudios de mercado bastante fiables... Y si alguno ha tenido la sensación, durante estos días, de que en Palencia no había tanta gente, que no se preocupe. Al parecer, se han acercado muchos vecinos de los pueblos.
Todo bonito, todo perfecto... Y todo indica que, cuando abra Mercadona, más. Es la cara de una nueva moneda de la que, sin embargo, queda por ver a quiénes les toca la cruz. Porque en Palencia el dinero es el que hay: no hay más por abrir más tiendas. Porque se supone que hay que atraer a gente de fuera. Porque, en un país donde el paro crece, lo lógico en esta tarta es intentar quedarse con el trozo más grande.
Si es por que, de verdad, se evite la 'fuga' de dinero a comercios de Valladolid, chapó para el mercado palentino. Pero si es para que pequeños comerciantes y empresarios dejen de ganar, igual la noticia no es tampoco tan buena. Creo que Carrefour va a ser una de las principales perjudicadas, y lo que me preocupa no es que quienes mueven los hilos de Carrefour S.A. dejen de ganar, porque seguro que les sobra el dinero, sino que unos cuantos chavales (y no tan chavales) puedan acabar engrosando una de las listas negras de España. Esperanza, sí, pero prudencia, también.
El Parque Comercial 'Arambol' vive su momento de gloria con un feliz nacimiento: donde la maleza y los rebaños de ovejas (cuando pasaban) han hecho vida durante décadas, ahora existen naves llenas de cachirulos electrónicos, calzado, ropa, artilugios para la casa e, incluso, hamburguesas de usar y tirar.
Un Parque que, de entrada, ha triunfado porque son locales donde se puede comprar a cambio de precios asequibles, donde se han instalado franquicias (como Aki o Worten) inéditas en unos cuantos kilómetros a la redonda, que vienen avaladas por unos estudios de mercado bastante fiables... Y si alguno ha tenido la sensación, durante estos días, de que en Palencia no había tanta gente, que no se preocupe. Al parecer, se han acercado muchos vecinos de los pueblos.
Todo bonito, todo perfecto... Y todo indica que, cuando abra Mercadona, más. Es la cara de una nueva moneda de la que, sin embargo, queda por ver a quiénes les toca la cruz. Porque en Palencia el dinero es el que hay: no hay más por abrir más tiendas. Porque se supone que hay que atraer a gente de fuera. Porque, en un país donde el paro crece, lo lógico en esta tarta es intentar quedarse con el trozo más grande.
Si es por que, de verdad, se evite la 'fuga' de dinero a comercios de Valladolid, chapó para el mercado palentino. Pero si es para que pequeños comerciantes y empresarios dejen de ganar, igual la noticia no es tampoco tan buena. Creo que Carrefour va a ser una de las principales perjudicadas, y lo que me preocupa no es que quienes mueven los hilos de Carrefour S.A. dejen de ganar, porque seguro que les sobra el dinero, sino que unos cuantos chavales (y no tan chavales) puedan acabar engrosando una de las listas negras de España. Esperanza, sí, pero prudencia, también.
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