Monica, la ¿sexy? friki palentina
Que por mucho que me empeñe, en Palencia no va a caer todo lo bueno. No quiero decir que sea mala chica, pero menos mal que lo de menos es dónde ha nacido. No es como en el caso de Aíííída, ese horror televisivo que, cuando vio la luz verde divina de la mano de Dios, posó en pelotas para la revista Interviú. Y bien presume que es de Valladolid, y bien se sabe que en las concejalías pucelanas algunos ¿gozaron? de ciertos...
En cualquier caso, me refiero a Mónica López, alias "la virgen" (no por puritana ni religiosa). Ésa virgen que ya es de Castellón porque en Palencia la gente no la quiere ni ver. Es curioso, pero ella se lo ha buscado. Nadie que se mete en un reality de ésos desconoce el alcance que puede tener el deterioro de una persona. Les hay que han sabido mantenerse al margen cuando concluyen con su etapa circense. Pero entre ésta mujer y el Rufino, su señor padre, están más que apañados. Si luego la Mónica ésta llora porque no puede ni dar clases en Palencia porque la gente no la quiere, haber elegido "muete".
Mónica ya no es apenas nadie. Lo es Rufino, ése hombre ultracatólico cuya hija le salió rebelde, aunque bien cumplidora de la castidad del Señor. Rufino se mete en unos jardines de los que no quieren salir. Ahora ya no quiere ser casto, puro y bien hacedor. Don dinero manda, y ahora pasa más tiempo en Madrid que en su palencia natal, donde todo el mundo le hacía la vida imposible "gracias" a la pequeña Mónica.
Lo último, lo vi la semana pasada en el programa de "Ana Rosa" («yo, conmigo misma, mi programa») luciendo un tipazo de "fea operada". Ahora quiere ser provocativa y romper con lo que establecen los cánones castos: ahora se trata de provocar y lucir tipo. Pero vamos, lo tengo claro: no voy a arrancar esa flor que la destruya... jamás sería yo.
En cualquier caso, me refiero a Mónica López, alias "la virgen" (no por puritana ni religiosa). Ésa virgen que ya es de Castellón porque en Palencia la gente no la quiere ni ver. Es curioso, pero ella se lo ha buscado. Nadie que se mete en un reality de ésos desconoce el alcance que puede tener el deterioro de una persona. Les hay que han sabido mantenerse al margen cuando concluyen con su etapa circense. Pero entre ésta mujer y el Rufino, su señor padre, están más que apañados. Si luego la Mónica ésta llora porque no puede ni dar clases en Palencia porque la gente no la quiere, haber elegido "muete".
Mónica ya no es apenas nadie. Lo es Rufino, ése hombre ultracatólico cuya hija le salió rebelde, aunque bien cumplidora de la castidad del Señor. Rufino se mete en unos jardines de los que no quieren salir. Ahora ya no quiere ser casto, puro y bien hacedor. Don dinero manda, y ahora pasa más tiempo en Madrid que en su palencia natal, donde todo el mundo le hacía la vida imposible "gracias" a la pequeña Mónica.
Lo último, lo vi la semana pasada en el programa de "Ana Rosa" («yo, conmigo misma, mi programa») luciendo un tipazo de "fea operada". Ahora quiere ser provocativa y romper con lo que establecen los cánones castos: ahora se trata de provocar y lucir tipo. Pero vamos, lo tengo claro: no voy a arrancar esa flor que la destruya... jamás sería yo.
1 comentarios:
Hola Javi
Me llamo Carlos Hugo, trabajo en Diario Palentino y te escribo porque para el martes estoy preparando un reportaje sobre blogs que hablen de Palencia.
Como no veo tu correo por ningún sitio te posteo aquí. A ver si me puedes mandar al correo electrónico un comentario en el que me expliques que te llevó a abrir el blog, que esfuerzo te supone mantenerlo abierto, cuanto tiempo le dedicas y sobre qué escribes.
Un saludo (chsl1977@gmail.com)
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