Ataque de palentinismo

Es la primera vez que reproduzco un artículo que no es cosecha mía. En este caso se trata de Alberto Moreno, periodista deportivo palentino que, como tal, siente los colores. Es un artículo suyo de opinión que aparece en el Diario Palentino con fecha de hoy miércoles, 12 de julio de 2006.

Palencia y Valencia, sólo separadas por una letra en el diccionario, pero por todo un mundo en la vida real. He tenido la oportunidad de pasar unos días de vacaciones en esta tierra levantina y cuando vas fuera te das cuenta que los palentinos jugamos en otra liga, y no me refiero a la futbolística. Cada día me reafirmo más, y perdón por la expresión, que si Castilla y León es el culo de España, Palencia es la almorrana. Todo por unos ineptos políticos. Los de la Junta, porque siguen ninguneando a esta provincia, haciéndole constantes menosprecios. Los de aquí, porque se mueven menos que el portero de un futbolín, salvo el día uno de cada mes, el de cobro por nada.Me llamó poderosamente la atención una atracción llamada Desafío Medieval, donde aparecían caballeros, parte de ellos con los colores de Castilla, retándose en duelos. Lleno hasta la bandera diario (500 espectadores) para ver la atracción (nada del otro mundo).No paraba de preguntarme: ¿Y ésto no lo podemos hacer en Palencia, cuna de Castilla? Aquí se escribió una parte importante de la historia de España, aquí se forjó este nuestro país y ahora estamos abandonados. No voy a repetirme con lo de que nos devuelvan la Universidad (la primera de España, la segunda de Europa), porque a nuestros políticos les entra por un oído y les sale por otro, pero Palencia tiene que moverse o se nos muere. Una de las provincias mas bellas de España (a la que sólo falta el mar), la de mayor cultura del país y no hacemos nada por levantarla. Camino de Santiago, Canal de Castilla, el norte de la provincia, el románico, una historia inigualable... En otros sitios ya hubiesen montado varios parques temáticos. Por cierto, nunca entenderé porque nos llaman palencianos. ¿No sería más lógico que a los de Valencia les llamasen valentinos, que es más romántico?...

A esto lo llamo yo un buen ataque de palentinismo. ¡Sí, señor!