Palencia Entre Líneas

Cuatro apuntes sobre un sentimiento y una forma de vida: la nuestra. Palencia existe, se ve, se toca y se disfruta. Es un modo de vida.

07 febrero 2013

No es país para huevones

Escribo estas líneas en la semana en la que el Ministro Wert ha dicho una soberana gilipollez propia de la España del tardofranquismo, cuando a los padres les preocupaba más que el niño les saliera ingeniero o economista por aquello de que "así se gana la vida uno bien". Dice Wert que los universitarios no deben estudiar lo que quieren, sino lo que es necesario o propicie su empleabilidad. Será mejor, digo yo, llegar al dinero desarrollando una vocación, amén de ese  talento choricero que han puesto de largo, y con nota, colegas de partido del propio Wert, así como de otras especies similares alojadas en los ecosistemas de otros partidos.
Los datos del desempleo son horrorosos. Para Palencia, 16.000 personas sin trabajo es una barbaridad. La realidad ha cambiado, pero a peor. Ahora se habla de especializaciones concretas y de ganas de irse al extranjero para prosperar. Al margen de las cifras, el paro siempre se convierte en drama cuando el que se queda sin trabajo es un cabeza de familia.
Además, venimos de tiempos relativamente fáciles y cómodos, en los que había bastante 'huevón' suelto. Gente, generalmente, de clase joven (que no siempre), que por estar 'hasta los huevos' de su jefe o de su propio trabajo, supieron hacer que les echaran, y decidieron darse vacaciones e ir al paro para cobrar 'sin hacer el huevo'. He llegado a oír, incluso, a algún cabeza loca decir que 'se está bien trabajando sin cobrar'. Sé de quien se ha quedado meses y meses en el paro por rechazar ofertas alegando que 'no hay de lo mío y es que este curro, la verdad, no es para mí'. El sueño de todos era (y sigue siendo) en cobrar 'un huevo'. La España fácil.
Queda claro que no es tiempo para 'huevones'. Ahora son muchas bocas que alimentar. Asisto a espectáculos dantescos propios de un país subdesarrollado en el que menores de 30 años con estudios, algún idioma y talento están mendigando los 400 euros de ayuda del Gobierno. Un show el que los ERES conllevan jubilaciones anticipadas que condenan a la inutilidad laboral a personas de 55 años. Una trama de suspense en la que gente con ganas de trabajar acaba dando bandazos de contrato a contrato basura, sin saber qué pasará de un día para otro. Todo dentro de la legalidad. Teje-manejes poco serios y, a veces, nada morales... pero legales. O para-legales. Propio de España, el país del Lazarillo de Tormes. Hablamos de los bancos... hablemos de algunos empresarios. Y de quien lo permite.
Afortunadamente, he visto casos en los que gente buena, después de los despueses, ha terminado encontrando algún trabajo decente. Sí, también en Palencia. Buscar trabajo es un trabajo en sí. Requiere, como la vida, ser constante y activo. También saber estar y tener suerte. Y tener ganas de seguir mejorando. Toca luchar, como los deportistas buenos, los que no se relajan aunque lleven una gran ventaja. A los 'huevones' se los come el coco o se los lleva la corriente. En un mundo darwiniano como éste, no saber reciclarse es morir. Y España, que se muere, recolecta por sus rincones y alfombras de algunos despachos un incómodo olor a podrido.

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