Palencia Entre Líneas

Cuatro apuntes sobre un sentimiento y una forma de vida: la nuestra. Palencia existe, se ve, se toca y se disfruta. Es un modo de vida.

04 marzo 2009

¡Claro que el Palencia debe!

El Palencia tiene deudas. No es un asunto especialmente grave a día de hoy, más si tenemos en cuenta que la deuda es algo inherente a la historia de un club de fútbol.
Le debe a su afición. Más que “le”, sería más correcto “se”. Pocas aficiones hay tan numerosas como fieles, que acompañan al equipo por esos campos perdidos en cualquier pueblo de la vieja Castilla con el único objetivo de estar ahí animando cuando la cosa se tuerce… Entre ella está también el sector crítico, el que, como es lógico, se enfada cuando las cosas no se hacen bien. Cuando el Palencia no gana, se hace predecible, aburrido, y se entrega por debajo del 100 %, es preferible una Balastera cabreada que un Bernabéu anestesiado. Eso es señal de que, al menos, nuestra afición mantiene la sangre caliente.
Mantiene deudas con su historia. Porque siempre que el Palencia represente a Palencia, es decir, siempre, no nos merecemos estar por debajo de la Segunda B, aunque gran parte de nuestros cimientos se forjaron por campeonatos regionales y similares. Gracias a lo que hemos crecido, ahora todo nos sabe a poco… afortunadamente. La competencia siempre es buena, aunque dura.
Y las económicas. Ésas son peligrosas. Mientras el Palencia no sea SAD, se debe a los socios. De esto nos ha dado una buena lección un palentino, Ramón Calderón, de lo que no hay que hacer cuando el club pertenece a los socios. Cierto es que tan malo es deber dinero a empresas y al Estado (Seguridad Social) como no informar de ello a los verdaderos dueños del club, que son los que renuevan temporada tras temporada, llueva o haga sol. Deber dinero a los jugadores puede estar directamente relacionado con una desmotivación sobre el campo, aunque no parece nuestro caso. Está claro que en partidos como el de Íscar el hecho de jugar con la defensa de una determinada manera está en manos del entrenador. Y la crisis es para todos por igual, pero el que lleva el mando de las cuentas debe ser hábil para que el equipo no pierda fuelle por ese costado.
¿Cómo no va a tener deudas el Palencia? Cuando la afición siente, cuando las empresas aportan y las instituciones palentinas dan, se espera una respuesta. Porque el Palencia no es nada sin el nombre, sin su ciudad y sin sus seguidores y socios. Y esa respuesta sólo se puede responder con un gesto muy sencillo: victoria tras victoria. Entonces ganamos todos.


Publicado en la web amiga del CF Palencia. Léelo aquí.

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