Palencia Entre Líneas

Cuatro apuntes sobre un sentimiento y una forma de vida: la nuestra. Palencia existe, se ve, se toca y se disfruta. Es un modo de vida.

26 diciembre 2009

Diario de Navidad

La Navidad está siendo de lo más habitual: es decir, con ese punto especial de estas fechas, al margen de que uno crea, deje de creer, haya ganado o perdido en fe.
El día de la Lotería, con el recuerdo, siempre presente, de más joven en el instituto como el último día del trimestre y el soniquete de la lotería de fondo en la ventanita de la conserje... Si es que ese día había clase. Y con Palencia, como siempre, con su golpe de fortuna habitual. Para los demás, seguirá siendo el ya conocido "Día de la Salud".
Nochebuena: atascos kilométricos a la salida de Madrid, cámaras, cámaras y fotógrafos en las estaciones de tren y autobús recogiendo el momento en que la gran capital de España se queda semivacía y una tarde, ya en Palencia, donde huele a pólvora, y hasta el bar más modesto se llena de cava y polvorones mientras la gente, de buen gusto, calienta motores. Hasta podemos encontrarnos (como fue el caso del bar El Norte, ¡quién lo iba a decir!) una banda de músicos, que a golpe de tambor y dulzaina más el rin-rin de las botellas de anís, provocaban a los más atrevidos para canturrear algún villancico que otro.

Quizás este año, por ser en vísperas de viernes, había más ambiente por la noche. Mucha gente salía de las iglesias, como la Navidad debería mandar, y mientras unos volvían a sus casas, otros celebraban
con vino y pastas entre sus fieles que Jesús nació tal día como ése. Y algunos más cantaban enfrente del Belén de la Plaza Mayor, ya con el niño en el pesebre.
Navidad: dulce
resaca. Más comilonas, bares cerrados a primera hora de la tarde... Tripas hinchadas y, aún así, ganas de seguir mordisqueando algunas cáscaras de marisco. Sólo abiertos algunos bazares chinos y, sorprendentemente, una carnicería recién tomada por un marroquí, donde sólo un amigo suyo le hacía algo de compañía al dueño. Por la tarde, la ruta de los belenes, a rebosar: aunque siga siendo más de lo mismo, los belenes triunfan, aunque sólo sea por disfrutar de los detalles que les hacen originales año tras año. Por la noche: todos los bares abiertos y muchos, muchísimos jóvenes con ganas de liarla.
Y ya, por fin, hoy 26, con un ratito (después de tanto trabajo en los días anteriores) para poder escribir en esta "bitácora" palentina, con el regusto de sentir que la felicidad está compuesta de pequeñas dosis administradas en días como éstos.

2 comentarios:

A las 27/12/09 13:19 , Blogger María ha dicho...

Feliz Navidad amigo!!! que el año que viene venga cargado de cosas buenas para ti.
Un beso y próspero 2010!!

 
A las 29/12/09 10:43 , Blogger fashion & beauty now ha dicho...

¡Viva la Navidad palentina!

 

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