Palencia Entre Líneas

Cuatro apuntes sobre un sentimiento y una forma de vida: la nuestra. Palencia existe, se ve, se toca y se disfruta. Es un modo de vida.

19 noviembre 2010

Niebla seca y fría

IMAGEN: El Tiempo
Este martes nos vimos las caras la niebla y yo, después de mucho tiempo. Niebla seca, la de nuestro paisaje. La que madruga detrás de cada ventana para quedarse la mañana entera cubriendo de su espeso blanco cada rincón que embadurna, disipándose poco a poco sin hacer casi ruido.
La que te echa mano al cuello de no ser por una buena bufanda y ataca a cada pulmón si no es por un buen abrigo. Niebla seca... y fría. La que deja rostros tersos y esconde las torres de nuestras iglesias hasta el mediodía.
Ni el Cristo del Otero, por muy coloso que sea, escapa de su bravura y queda aún más fantasmal que en las noches en las que el cerro estaba apagado. Es la que impide ver el campo infinito y difumina los grados de los termómetros, siempre un tanto alocados, de nuestras glorietas y plazas particulares.
Es la que nos recuerda que estamos donde estamos y la hoja del calendario a la que llegamos.
Nada que ver con la vomitiva niebla de humo de las macrópolis contaminadas ni el misterio de la literaria ciudad londinense. Nuestra niebla también es nuestra.
Quizás lo bueno de su presencia es, como recuerdan en especial en los pueblos, que por la tarde sale el sol. Al final sucede lo que en la vida misma. La que nos recuerda que, en definitiva, pertenecemos a la misma naturaleza, sólo que algunos eligen su compañía de por vida.

1 comentarios:

A las 19/11/10 18:20 , Blogger María ha dicho...

¡Qué bonito! La verdad que el tiempo invita a leer cosas de este tipo :)
Me ha encantado!
Muchos besos y ánimos amigo :)

 

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