Palencia Entre Líneas

Cuatro apuntes sobre un sentimiento y una forma de vida: la nuestra. Palencia existe, se ve, se toca y se disfruta. Es un modo de vida.

25 mayo 2015

Ser ganador o sentirse ganador

En plena ebullición electoral, el 24M parece que nos relega a Palencia a un segundo o tercer plano de actualidad, recordándonos que 'Palencia is different', y que siempre hemos sabido sacarnos solos las castañas del fuego.
Los resultados de las elecciones municipales tienen que ver y no tienen que ver con el cambio que han promovido acertadamente Ada Colau en Barcelona o Manuela Carmena en Madrid.
Lo que tiene que ver con el resto de España y con el sentir de los grandes partidos es lo que se refiere a los actores del bipartidismo: PP y PSOE. Sus resultados, en términos absolutos, no son malos: primera y segunda fuerza respectivamente, y durante el recuento, empatados a veces. Sin embargo, son muy malos si los comparamos con los de otros años porque pierden votos y pierden concejales. Qué peor para un político que dejarse por el camino la confianza de los ciudadanos.
Polanco es ganador, pero lejos de hace tan sólo cuatro años. Miriam Andrés, supongo que para ser debutante, no da por malas sus cifras, pero son dos ediles menos en un Ayuntamiento de 25.
El ganador moral fue Juan Gascón. Con el traje de 'Ganemos' ha evitado en casa la debacle de la marca IU en España. Gascón ha sabido renovarse y aliarse en vez de morir, y ha sacado 4 concejales frente a 1 que tenía la legislatura anterior. La 'llamada al cambio' ha tenido su pequeño efecto en una capital muy de costumbres. 
El otro ganador moral, evidentemente, es Juan Pablo Izquierdo. Con un concejal menos que Ganemos, tiene en su mano la llave del poder con la que Polanco puede repetir alcaldía. 
Y para muestra clara de que "ganar" y "sentirse ganador" no son lo mismo, tenemos el ejemplo de nuestra vecina Valladolid, donde De la Riva, el hombre del ascensor, está digiriendo su victoria con una buena dosis de Almax: «Los perdedores se reunirán para cambiar cromos».
Lo que en Palencia se parece también al resto de España es que la ciudad ha dicho 'no' a una mayoría absoluta y obliga a los partidos a hablar, a escucharse y a entenderse, tres palabras muy propias de una democracia.

05 mayo 2015

Sin sondeos y sin pajolera idea

IMÁGENES: Ayuntamiento de PalenciaMIR
Prometo que hasta el momento de escribir estas líneas no he visto un sólo sondeo sobre las próximas locales en Palencia o algo que se parezca. Si bien es verdad que el no estar ya empadronado, no me ha hecho andar muy afanoso en la tarea de buscarlos, si es que los hay.
Debo decir que, por primera vez, y visto lo visto recientemente, no tengo ni pajolera idea de lo que pueda pasar. Quizás, en las anteriores, la victoria del PP era previsible, pero no hasta el punto de lograr una mayoría tan aplastante. Lo mismo que absolutamente nadie en este país predijo los cinco escaños que Podemos se embolsó para Europa.
Cuando lo habitual desde 1991 es que gane el PSOE, no me resultaría extraña una segunda victoria, no tan abrumadora, desde luego, de Alfonso Polanco. Recién llegado al poder, con la ventaja de ser desconocido para el pueblo, se aplicó el teorema de la Herencia Recibida impuesto por Génova para los suyos. Y parece que, una vez pasada la época de recortes, se han hecho algunas cosas... O quizás es que no había tanto por recortar y por eso se han podido llevar adelante. 
Diría que la "normalidad" ha sido el patrón de los últimos cuatro años, con permiso del lío que montó Vanesa Guzón, pero la sangre, que no llegó al río, se secó hace ya tiempo, lo que no quita para que ahora sean objeto de comidilla algunos de los fichajes del PP palentino para la temporada 2015-2019.
Con cuatro años relativamente "normales" (y eso es novedad, corriendo los tiempos que corren), más allá del trabajo que da Palencia en el día a día (véase hacer obras, cambiar alumbrado, transporte público, organizar fiestas, controlar impuestos, etc, etc, etc), enfrente se colocan Miriam Andrés, bajo la bandera del PSOE que tantos años convirtió la ciudad en un auténtico fortín socialista; y Juan Gascón, número uno de una Izquierda Unida tan venida a menos por efecto Iglesias que, como en muchos otros sitios, se ha visto en la necesidad de congregarse en plataformas de neo-partidos de izquierda, izquierda, y saldrá con Ganemos.
Mucho me temo que la debilidad de Rosa Díez arrastrará, irremediablemente, a Julio César Pérez Carrillo, si es que alguna vez el partido magenta ha tenido opción clara alguna; que Partido Castellano-Tierra Comunera y Falange Española sacasen algún escaño se pagaría una barbaridad en las casas de apuestas; y me queda la duda de si Juan Pablo Izquierdo saldrá beneficiado por el empujón de Albert Rivera.
Con todos ellos a punto de formar en la parrilla de salida, salvo sorpresas, nos espera una campaña interesante y con dos favoritos (¿tal vez un 60-40?) para la victoria. Los pactos harán el resto.