Palencia Entre Líneas

Cuatro apuntes sobre un sentimiento y una forma de vida: la nuestra. Palencia existe, se ve, se toca y se disfruta. Es un modo de vida.

26 noviembre 2010

Los tentáculos de las franquicias

Leo con asombro la expectación, muy como de "Bienvenido Mister Marshall", con la que los palentinos acogemos la llegada de los nuevos tentáculos de los gigantes de ropa y de comida de H&M, Fosters Hollywood y, no tardando, McDonalds.
Llegan apenas a un mes de las Navidades de las compras. Justo en el momento en que los comercios chinos nos atizan en la cabeza con las bolas de na
vidad y los gorritos de Papá Noel desde sus escaparates, y los supermercados nos tientan con los mariscos a golpe de vista. Mientras tanto, aparte, como si ya fueran de otra especie, está el resto del comercio palentino, el genuino, el de las PYMES, luchando con su eterna promoción: su particular "un millón para el mejor" (en este caso, para el que más suerte tenga).
Las franquicias siguen penetrando en nuestra capital con las marcas que nos visten a todos por igual y permiten que un niño obeso de Arizona coma las patatas con el mismo sabor a sal de diantres que las que pueda pillar algún palentino desde la ventanilla de su coche en el 'McAuto' del que van a poner cerca del Vial. Todo por el empleo. Tampoco vamos a quejarnos con la que está cayendo.
Miro al nuevo edificio de H&M y me resulta imposible ver ropa dentro. Mi mente se niega a procesar el cambio de "la oficina siniestra", que decía mi padre
cuando se refería al edificio donde hice mis primeras prácticas, donde tuve mi primer contacto con el periodismo palentino y que, a los pocos meses, fue relegado a mejor vida. Donde estaba la máquina de café, me decían, estaban las rotativas años atrás. Un inmueble que ha pasado de algo muy nuestro a algo que, pese a los puestos de trabajo, va a acabar siendo para otros.
Dicen que es otra ventaja para que los palentinos no tengamos que recurrir a Valladolid para ciertas compras. Puede ser, porque me queda el consuelo de que, de momento, no nos quitan la libertad de comprar donde nos da la gana y, después, que cada cual saque sus propias conclusiones. Seguramente, más adelante, alguien me vea por esa tienda de ropa, porque, en otras ciudades ya lo he hecho, aunque también digo, por experiencia, que no es oro todo lo que reluce. Y es que el gato por liebre ya no es sólo propio de los chinos.

19 noviembre 2010

Niebla seca y fría

IMAGEN: El Tiempo
Este martes nos vimos las caras la niebla y yo, después de mucho tiempo. Niebla seca, la de nuestro paisaje. La que madruga detrás de cada ventana para quedarse la mañana entera cubriendo de su espeso blanco cada rincón que embadurna, disipándose poco a poco sin hacer casi ruido.
La que te echa mano al cuello de no ser por una buena bufanda y ataca a cada pulmón si no es por un buen abrigo. Niebla seca... y fría. La que deja rostros tersos y esconde las torres de nuestras iglesias hasta el mediodía.
Ni el Cristo del Otero, por muy coloso que sea, escapa de su bravura y queda aún más fantasmal que en las noches en las que el cerro estaba apagado. Es la que impide ver el campo infinito y difumina los grados de los termómetros, siempre un tanto alocados, de nuestras glorietas y plazas particulares.
Es la que nos recuerda que estamos donde estamos y la hoja del calendario a la que llegamos.
Nada que ver con la vomitiva niebla de humo de las macrópolis contaminadas ni el misterio de la literaria ciudad londinense. Nuestra niebla también es nuestra.
Quizás lo bueno de su presencia es, como recuerdan en especial en los pueblos, que por la tarde sale el sol. Al final sucede lo que en la vida misma. La que nos recuerda que, en definitiva, pertenecemos a la misma naturaleza, sólo que algunos eligen su compañía de por vida.

15 noviembre 2010

No va a ser por dinero, ¿o sí?

En Medina de Rioseco dicen una frase, algo así como "no va a ser por dinero". Quiero pensar que en el CF Palencia tampoco. Es verdad que ha sido empezar a cobrar los atrasos y estamos que los metemos de tres en tres, como si cada gol valiera un punto. No me podía creer que al Caudal le metiéramos 0-3 en su casa después de todo.
Instantáneamente fue pensar en el resultado y mi mente confirmar, casi de forma más instintiva: "¡Por cobrar, ha sido por cobrar!" Aunque, tratándose de fútbol, muchos piensen que el futbolista está sobrevalorado y que dar patadas a un balón, (hobby, deporte, entretenimiento) no debería estar tan bien pagado y que tienen dinero de sobra. Argumento al que no le falta razón cuando se compara la responsabilidad de un futbolista "profesional" con la de un "cirujano" profesional, y el futbolista te dice que no te atiende la víspera del partido porque está "concentrado".
En teoría, tanto el cirujano como el futbolista desarrollan una profesión en la que tienen que poner todo su amor y vocación para ser buenos en lo suyo, pero si a fin de mes no se les paga, ninguno opera por placer y el otro no va a jugar donde no se le pague, salvo que les vaya la vida en ello.
Y eso que, se supone, un futbolista tiene algo diferente: juega por una camiseta, por una afición, por unos socios que pagan al club, por una ciudad (aunque en Primera, en ciudades grandes, eso está muy desvirtuado. Nadie de fuera, incluso algunos de la tierra, serían del Palencia si algún año ascendemos)... Ahora, eso sí, en cuanto le tocan el bolsillo, las pasiones que la afición le exigimos se van a freir puñetas: ni camiseta, ni escudo, ni himno, ni afición. Quizás los riosecanos sean la excepción en todo el territorio nacional, por aquello del simpático dicho, pero también lo dudo.

05 noviembre 2010

¡Mi pueblo es el mejor!

Me gusta ese certamen que hace Diario Palentino desde hace cuatro años para impulsar el orgullo de nuestros pueblos. Como también me gustan todas las iniciativas en las que se recuerdan que los pueblos son rincones, todavía, y mientras les dejen, llenos de vida.
Aguilar me puso la carne de gallina cuando sus vecinos salieron a proteger la identidad de Fontaneda y cuando Guardo se unió para pedir por sus mineros. Me satisfizo que Carrión de los Condes ganara, aunque fuera de forma simbólica, el Grand Prix que presentaba Ramón García en TVE. Y me gusta que los morales de los pueblos de mi familia, en la comarca de la Ojeda, nos regalen pequeños brotes de dulzor una vez al año, si los pájaros lo permiten, aunque el tiempo sea el que no me permita probarlo todos los años.
Me gustaría que, desde el poder, desde las instituciones y desde la memoria, se hiciera más por ellos. Los más pequeños se baten entre el "Carpe Diem" y el "Sólo Dios sabe". La juventud forma parte de su historia y, como dicen mis abuelos, se refieren a los jóvenes del pueblo a los que nacieron en los 60. Sólo una pequeña casa rural, llena casi todos los fines de semana, y alguna casa vacía vendida a algún hombre de capital, en todos sus sentidos, mantiene cierto aire fresco, pero nada que ver con el ciclo natural de cualquier asentamiento humano. Quizás la desaparición también forme parte de su proceso.
Por orgullo no será. Más allá de que cada pueblo tenga su particular Historia, siempre es grande que cada cual, en su historia personal, tenga por sus venas la sangre de haber mamado alguno de estos pueblos, aunque sean recuerdos de un chiguito que caminaba de forma rara para que las ortigas no le picaran en los tobillos o cosas tan extrañas como que la llegada de las farolas fuesen todo un acontencimiento. Nunca es tarde para cambiar.