Palencia Entre Líneas

Cuatro apuntes sobre un sentimiento y una forma de vida: la nuestra. Palencia existe, se ve, se toca y se disfruta. Es un modo de vida.

27 marzo 2009

Tu amigo Calderón

IMAGEN: Diario As
Es lo que tiene vivir fuera de Palencia y haber nacido en la misma ciudad que Ramón Calderón.
"Tu paisan
o", me dicen cada vez que la lía parda, y no les falta razón. La última, la intención de volver a presentarse a las elecciones del Real Madrid para recuperar la honra perdida. Lo del palentino tiene guasa. El diario As publica la entrevista en la que lo afirma, noticia más propia de un 28 de diciembre que cualquier otro día, justo uno después de haber dicho a la prensa: "Yo ya no soy nadie"... ¡Nadie de quien fiarse, querrá decir!
Da rabia que, por mi lugar de nacimiento, a uno le relacionen con este abogado que cada vez que abre la boca sube el pan. No me hablan de los que ya conocemos: Marta Domínguez (anda que no ha presumido ella de palentina sin abrir la boca para meter la pata), Chema Rodríguez (jugador de balonmano internacional), el entrañable "Canario" (con un apodo nada palentino, lo da todo por el club de su ciudad). Más allá del deporte, incluso, pueden contarse por miles los palentinos que, para uno, guardan con sus vidas mucho más mérito que este "ilustre": cada uno de los currantes que se dejan el alma fabricando coches, envasando alimentos, promocionando la ciudad... horas de trabajo (a cambio de no mucho dinero, nada en comparación con lo que Calderón se lleva crudo de la Federación, dietas aparte) sobre un producto que va a llevar el sello de nuestra tierra.
Y por más que me empeño, nadie en mi trabajo me relaciona con la más que guapa Elena Anaya, que, resplandeciente, figura en el fondo de escritorio de mi ordenador. Da igual, me lo siguen diciendo: "Las que lía tu amigo Calderón...".

24 marzo 2009

Donde Armstrong se rompió la clavícula

Pues nada, Palencia quedará marcado para siempre en la vida de Lance Armstrong.
Máxima expectación imposible con la edición de este año de la Vuelta a Castilla y León. Contador y el norteamericano compartiendo equipo por primera vez en la historia, como aperitivo de lo que luego serían las grandes carreras del calendario.
«Pues dice que iba el Armstrong éste, que había ganado lo que el Induraín, pero a más, y según iba por ahí por Antigüedad, camino de Baltanás, se dió una leche ahí que pisó gravilla y por no comerse a otros dos, echó del freno y ¡zas! se comió tol suelo, y mira que hay que andar con cuidadito por esa carretera, que no está muy allá.»
Pues eso... el hombre, que había conquistado siete Tours, considerado uno de los mejores ciclistas de la historia, que volvía a la competición creando todo un debate en torno a su figura, si debía o no volver, en qué iba a pasar con Contador, etc... Y primera etapa, por carreteras palentinas, y lo que nunca: se fractura un hueso. Le montan en ambulancia, piensan en un primer momento llevarle al Hospital Río Carrión, y al final se lo llevan hasta Valladolid, al Universitario. Anoche cenó en Palencia, en el hotel del equipo Astaná y hoy mismo viaja en avión hasta Estados Unidos para recuperarse. Dice Adiós al Giro y su participación en el Tour está marcada con un interrogante.
Me quedo con una imagen simpática que había por internet de la caída de Lance Armstrong... o como alguno le ha llegado a llamar en un programa de radio, "Lans Anstros". El pobre se va marcado con la P de Palencia. ¡Quién nos lo iba a decir!

18 marzo 2009

Renault resiste en Palencia

Quiero recomendar el reportaje que publicaba este pasado lunes El Mundo, firmado por Almudena Álvarez, y titulado "Renault resiste en Palencia", en el que cuenta la revolución industrial y laboral que supuso la llegada de la fábrica de Renault a Villamuriel de Cerrato. Eran buenos tiempos... Lee el artículo aquí.

Un viejo sindicalista me contó que las mujeres de los obreros empezaron a pedir merluza en la pescadería en torno al año 1978 coincidiendo con la puesta en marcha de una nueva fábrica de vehículos, que por mérito de algunos se quedó en Palencia, en el término municipal de Villamuriel de Cerrato y no se fue a Salamanca.
El desarrollo de esta industria en Palencia fue fulminante y en pocos años ya habían implantado modelos de trabajo que entonces eran más propios de otras latitudes que de tierras castellanas. Se empezó a oír hablar de trabajo a turnos, de crecimiento en los polígonos industriales, de las auxiliares del automóvil, o de la construcción de infinitas viviendas para albergar a los trabajadores que llegaban desde todos los puntos de la región. "Subieron los precios de los alquileres y las empresas constructoras tuvieron que aumentar el ritmo de trabajo para dar respuesta a la demanda creciente de viviendas", recuerda el alcalde de Palencia, Heliodoro Gallego. La llegada de Renault dio a esta capital de provincias "un fuerte impulso en todos los órdenes", y además de generar empleo y riqueza, "generó ilusión, dinamismo y el rejuvenecimiento de la población", añade.

La onda expansiva llegó desde Villamuriel a otros municipios como Magaz de Pisuerga o Venta de Baños.
"Subieron los precios de los alquileres y las empresas constructoras tuvieron que aumentar el ritmo de trabajo para dar respuesta a la demanda creciente de viviendas"
Heliodoro Gallego El alcalde de Villamuriel de Cerrato, Santiago Pellejo, que además trabaja en Renault, sabe muy bien de lo que habla, cuando dice que la llegada de la empresa del rombo, a finales de los setenta, a esta localidad eminentemente agrícola, supuso una verdadera revolución. El pueblo, que tenía 1.300 habitantes (hoy cuenta con 6.300 empadronados) y que basaba su economía en la agricultura y la ganadería, se convirtió de la noche a la mañana en "un referente nacional a nivel industrial", asegura Pellejo. Por eso tampoco los empresarios palentinos pueden concebir la historia de Palencia sin Renault. Para el presidente de la Cámara de Comercio de Palencia, Vicente Villagrá, la llegada de Renault "fue el gran acontecimiento del siglo XX" y gracias a la multinacional francesa "Palencia tiene hoy un pulso y una calidad excepcional a nivel industrial".
Todo sin olvidar la importancia de la responsabilidad que ha ejercido el mundo sindical, que ha crecido paralelo a la historia de esta factoría. No en vano la fábrica se convirtió en cantera de sindicalistas que negociaron convenios colectivos que a la postre supusieron una verdadera revolución laboral, recuerda el que fuera secretario provincial de UGT durante más de 25 años y trabajador de Renault, Javier Donis, que durante años formó parte del comité de empresa y lidio en unos cuantos convenios.
Se consiguió rebajar el horario laboral, aumentar el salario y que el nivel de vida de los palentinos se adaptara al siglo XXI.

De esta fábrica han salido una decena de modelos desde las dos unidades diarias del Renault 12 que empezaron a fabricarse en 1978 hasta los 1.100 vehículos que se fabrican hoy en día, antes de que se suprima el tercer turno el 23 de marzo, que reducirá el volumen a las 800 unidades.
La fábrica ha pasado de las dos unidades diarias del Renault 12 que empezaron a fabricarse en 1978 hasta los 1.100 vehículos que se fabrican hoy en día.El punto álgido de la empresa se produjo en 1997 con la fabricación del Megane, que obligó a iniciar el trabajo a tres turnos para asumir la producción de esas 1.100 unidades diarias. Después llegaría el nuevo Megane que siguió contribuyendo al esplendor de la planta de Villamuriel con producciones que sobrepasaron el millón doscientos mil vehículos entre 2002 y 2007. Ahora la factoría se encuentra inmersa en el reto de fabricar un nuevo Megane en cuatro versiones que saldrán de Villamuriel en exclusiva mundial.

Todo en un momento social, económico y laboral en el que la terminología ha cambiado y sólo se habla de bolsas de horas, expedientes de regulación de empleo, supresión de turnos, globalización y deslocalización. Y aunque la incertidumbre ondee sobre las cabezas de los 3.500 trabajadores de Villamuriel, desde todos los sectores se mira con esperanza al futuro de Renault en Villamuriel de Cerrato. Empresarios, sindicalistas y políticos confían en que la profesionalidad de sus trabajadores, la alta tecnología de la fábrica y su situación estratégica, junto con la calidad de los vehículos que en ella se fabrican, sean unos pilares suficientemente fuertes como para soportar la coyuntura económica actual. Un negro océano de crisis en el que la factoría de Villamuriel parece resistirse al hundimiento y asoma como un iceberg, manteniéndose a flote hasta que pase la tormenta.

Toda una lección de historia contemporánea de nuestra tierra... Dicen que la Historia está para entender nuestro presente desde nuestro pasado y evitar que los errores del pasado se repitan. No estaría de más que nos sirviera para aprender que nuestro futuro puede pasar también por rememorar lo que hoy es el corazón de nuestra industria y saber adaptarnos a los tiempos en que vivimos y que siguen avanzando (y cambiando) a una velocidad vertiginosa.

12 marzo 2009

Sobre la inmigración palentina

IMÁGENES: Casa de América y Cinco Días

Cada vez es menos raro ver gente que no es “de los nuestros” por nuestras calles. En el mismo paseo, es posible ver una mujer de color café con la cabeza tapada y hablando árabe en una tienda de ropa femenina, como una más, y luego, entre los soportales de la Calle Mayor, un negro con gorra pidiendo dinero para la asociación que nunca existe, a ver a quién se la cuela. Entre los más famosos están la china de la "¿losa?, ¿losa?, ¿losa?" y el negro (si no otro chino) que vende CDs piratas por los bares.

Si alguien no se cree que en Palencia haya cada vez más inmigrantes, que se acerque a primera hora del día al “paro” y eche un vistazo en las colas.

De hecho, en Internet, no es difícil encontrar, en las llamadas redes sociales, perfiles de latinos afincados en nuestra capital. El fenómeno de la inmigración tampoco es ajeno a nosotros.

Con cifras en la mano, las últimas que ofrece el INE, de 2008, de 82.626 palentinos, 3.058 son de fuera… y legales. De los otros, evidentemente, no hay constancia, pero tampoco hay motivo para pensar nuestra tierra sea uno de los focos más importantes de sin papeles.

Actualmente, no pasan por su mejor momento. Ni ellos, ni nosotros. La presión policial en capitales como Madrid, y la crisis económica les obligaría a buscarse la vida por otros fueros. La mayoría opta por quedarse, a pesar de algunas medidas como el Plan de Retorno Voluntario que ofrece el Gobierno de España. Muchos no se van, de momento: tienen derecho a percibir la prestación por desempleo pertinente porque bien han contribuido con sus impuestos mientras han trabajado. El problema llega si no hay ayudas porque no ha habido trabajo legal, no se cobran subvenciones y hay que buscarse la vida en un terreno que, al inmigrante, le es ajeno. Entonces es cuando llegan los conflictos. El PP de Castilla y León avisa: uno de cada tres delitos contabilizados en nuestra Comunidad lo comete un inmigrante. Y lo que nos espera: a inmigrantes y a españoles. El mal es común para todos, y Palencia no se libra.

La ventaja que tiene nuestra modesta ciudad es que no pueden formar grandes guetos, que hacen mucho más difícil la integración con el resto de la sociedad y hasta crean rechazo, ni empezar a llenar barriadas de inmigrantes (Véase barrio Lavapiés en Madrid, barrio Virgel del Remedio en Alicante, etc.) Aunque sí existen locales de ocio, bares de copas frecuentados únicamente por inmigrantes (mayoritariamente latinos)… que algunos agentes de policía conocen y no porque hayan ido a tomarse un combinado, precisamente.

Pero tenemos esa ventaja: no existen, aparentemente, problemas de convivencia, no se respira un ambiente hostil, y Palencia no se ha visto transformada como algunas de las grandes ciudades y podemos seguir adelante con tranquilidad. Pero ojo, la situación no es cómoda para nadie. En nuestras manos está mantener una buena organización y evitar que en nuestra ciudad se reproduzcan los “malos rollos” que se respiran en ciudades no tan lejanas.

04 marzo 2009

¡Claro que el Palencia debe!

El Palencia tiene deudas. No es un asunto especialmente grave a día de hoy, más si tenemos en cuenta que la deuda es algo inherente a la historia de un club de fútbol.
Le debe a su afición. Más que “le”, sería más correcto “se”. Pocas aficiones hay tan numerosas como fieles, que acompañan al equipo por esos campos perdidos en cualquier pueblo de la vieja Castilla con el único objetivo de estar ahí animando cuando la cosa se tuerce… Entre ella está también el sector crítico, el que, como es lógico, se enfada cuando las cosas no se hacen bien. Cuando el Palencia no gana, se hace predecible, aburrido, y se entrega por debajo del 100 %, es preferible una Balastera cabreada que un Bernabéu anestesiado. Eso es señal de que, al menos, nuestra afición mantiene la sangre caliente.
Mantiene deudas con su historia. Porque siempre que el Palencia represente a Palencia, es decir, siempre, no nos merecemos estar por debajo de la Segunda B, aunque gran parte de nuestros cimientos se forjaron por campeonatos regionales y similares. Gracias a lo que hemos crecido, ahora todo nos sabe a poco… afortunadamente. La competencia siempre es buena, aunque dura.
Y las económicas. Ésas son peligrosas. Mientras el Palencia no sea SAD, se debe a los socios. De esto nos ha dado una buena lección un palentino, Ramón Calderón, de lo que no hay que hacer cuando el club pertenece a los socios. Cierto es que tan malo es deber dinero a empresas y al Estado (Seguridad Social) como no informar de ello a los verdaderos dueños del club, que son los que renuevan temporada tras temporada, llueva o haga sol. Deber dinero a los jugadores puede estar directamente relacionado con una desmotivación sobre el campo, aunque no parece nuestro caso. Está claro que en partidos como el de Íscar el hecho de jugar con la defensa de una determinada manera está en manos del entrenador. Y la crisis es para todos por igual, pero el que lleva el mando de las cuentas debe ser hábil para que el equipo no pierda fuelle por ese costado.
¿Cómo no va a tener deudas el Palencia? Cuando la afición siente, cuando las empresas aportan y las instituciones palentinas dan, se espera una respuesta. Porque el Palencia no es nada sin el nombre, sin su ciudad y sin sus seguidores y socios. Y esa respuesta sólo se puede responder con un gesto muy sencillo: victoria tras victoria. Entonces ganamos todos.


Publicado en la web amiga del CF Palencia. Léelo aquí.