Palencia Entre Líneas

Cuatro apuntes sobre un sentimiento y una forma de vida: la nuestra. Palencia existe, se ve, se toca y se disfruta. Es un modo de vida.

20 agosto 2012

La guerra de las tapas

IMAGEN: El Norte de Castilla
La mecha ya está encendida; los 'santantolines', a menos de quince días. Y, por primera vez desde que salieron a la calle, los bares que se unen a la Feria de Tapas, van a tener competencia. Si bien han sido argumento principal de que la gente haya salido a la calle ante la ausencia de otras cosas, en las últimas ediciones ya recibieron alguna crítica en cuanto a que el precio (2,5 euros) era un poco caro para lo que se ofrecía (a veces, un bocata no es una tapa, aunque puede llegar a serlo en otras condiciones), amén de que alguna caseta, aprovechando, ofrecía tapas "especiales" a un precio un poco más caro.
La calidad y falta de creatividad que se ha criticado tiene ahora un enemigo: los 15 establecimientos que van a sacar a la calle sus casetas de forma paralela a la Feria de Tapas. Y, acordes a los tiempos que corren, van a ofrecer su consumición + tapa al precio de 2 €. ¿Que no es mucha diferencia? Multiplicad por 10.
Imagino que para quienes se han unido a esa Feria de San Antolín ha sido un varapalo porque siempre se habla de lo que tienen que pagar, de los requisitos que se les pide, etc, etc, aunque siempre pienso que si los empresarios acaban montando las casetas es porque les merece la pena tanto esfuerzo.
Desde el punto de vista del consumidor, mejor que mejor cuanta más oferta haya y más barato sea el precio. Todo lo que no sea eso, sonará a jaleo, lío, codazos en la carrera y momentos de tensión con un acto que comenzó teniendo sentido por la fiesta y que no debería nunca renunciar a su origen y su por qué. Y a ver para cuándo se dan cuenta los empresarios de que tienen entre manos una iniciativa que se puede llevar a cabo durante el resto del año, como herramienta perfecta para resaltar entre la competencia y para fomentar una práctica que ha creado una señal de distinción con respecto del resto de ciudades españolas en aquellos sitios donde el tapeo es una forma de vida para propios... y ajenos.

08 agosto 2012

No quiere hablar, peor para ella

Sobre el silencio de Marta Domínguez lo he dicho todo otras veces. También vía twitter hace dos días. Lo que ha hecho la palentina en la última cita olímpica (salvo milagro) de su vida está feo. Ni bien ni mal, sólo feo. Es la única atleta española que no ha atendido ni en la semifinal, ni después de la final, a ningún medio de comunicación. Aunque sólo fuera por la gente que la ha apoyado durante la prueba, que no ha sido poca, aunque el pueblo esté dividido de un tiempo a esta parte.
"Es que después de lo que la hizo la prensa...", dicen por ahí. La prensa informó. Y antes de que la prensa sacara portadas raras (algunas, después de la sentencia, pidieron perdón), ella calló. No hizo lo que su colega Mullera, al que le han pillado con los planos del banco antes de robarlo, o los ciclistas Freire, Contador, etc, etc, etc, que desde el primer momento defendieron su propia inocencia, sentencias al margen. La Guardia Civil fue a su casa y ella nunca dijo "soy inocente". Nunca sabremos quién la asesoró, mal asesorada por otra parte, salvo que estemos ante una mujer tan sincera que el mejor consejo que la hayan podido dar sea, efectivamente, "mejor estate calladita."
Marta accedió a hablar con Pedro J. Ramírez, en una entrevista pactadísima, meses atrás. Habló también, para 'El Partido de las 12', en Palencia, y fue ella la que pidió, en directo, que no se la preguntara más sobre lo que había pasado durante la investigación de la 'Operación Galgo'.
Y lo peor de todo es que, ahora que se va apagando la estrella de la Marta atleta, queda la luz de la Marta política. Y como siga guardando silencio ante las grabadoras y las cámaras de prensa, vamos a pensar lo peor. Nos representa a los palentinos en el Senado y cobra de lo de todos. Callar ante las preguntas de la prensa es señal de poca o ninguna transparencia. Y eso nunca viene bien, cuando en política, si algo importa, es la credibilidad. Y a Marta, como no habla y actúa raro, no se la cree.
Tras la final de los 3000 metros obstáculos en la final de Londres, sólo se quería saber cómo se había sentido, cómo se encontraba... Pero no hubo forma. Como sentenció Manolo Lama en 'Tiempo de Juego', peor para ella.

02 agosto 2012

Señorío de Valdesneros y otros placeres bebibles

No por haber visitado una gran bodega riojana, uno va a pensar que ya lo sabe todo sobre el vino. Ni mucho menos. No soy bebedor habitual, pese a que reconozco que un buen vino alegra cualquier cena.
Y, aunque posiblemente lo haya tomado en alguna ocasión especial, nunca me fijé en si el vino que me sirvieron en tal o cual restaurante era un Señorío de Valdesneros. En Palencia también se tira de Riberas del Duero y Riojas, como es lógico. Algún establecimiento de hostelería posa con el cartel de 'Vino de Palencia', anunciando que ahí se consume vino criado en las barricas que duermen en las Bodegas Ladrero. Torquemada forma parte de la Denominación de Origen 'Ribera de Arlanza'. Insisto que hablar de ello como novedad es lo que produce no saber de vinos. Recomendable el vídeo sobre la bodega palentina para conocer un poco más su producción. Su web, además, derrocha orgullo de tierra por los cuatro costados.

En cuanto a cervezas, pude disfrutar de un trago de 'Bresañ' rubia. Palentina de pura cepa. Y artesanal. Una de las cuatro variedades que fabrica la marca. En caña y fresca, apetecible y nada amarga. Pendiente de probar más. Como la 'Vacceum', que sigue creciendo poco a poco. No hay más que pasarse por su blog y verlo. Adelante. Me siguen admirando los pequeños emprendedores.
Me quedo con unas botellas que tomé hace poco en 'El Zapatones', envasadas con una etiqueta tan extraña como simpática: 'El Chiguito'. Con un par. El vino arrasó en la mesa, como la carne: parrillada a 18 euros por barba hasta reventar, perdóneseme la prepotencia en tiempos de crisis, pero no es dinero. Tres mil 'pelas' por eso, no lo es. Ni tampoco me pagan la mención.
La conclusión, después de todo, es que siento que me hago mayor. Pero me gusta si es a base de descubrir placeres como éstos.