Palencia Entre Líneas

Cuatro apuntes sobre un sentimiento y una forma de vida: la nuestra. Palencia existe, se ve, se toca y se disfruta. Es un modo de vida.

28 octubre 2014

Cuando los domingos molaban

Entramos en el horario de invierno, el horario que más le gusta a mi buen colega de fatigas radiofónicas y 'weberas' Edu Badía. Somos casi de la misma quinta y, por lo que hablamos, tenemos pasados parecidos. Anoche escuchamos en El Partido de las 12 a Víctor Santamaría, jefe de realización de Canal Plus, entrevista más que recomendable de quienes crecimos al lado de 'El Día Después' y con el partido de los domingos. Y empezamos a recordar.
Aquellos domingos molaban. Eran los tiempos del Palencia de Estilito que saltó a la fama y no para bien. Eran los domingos en los que el fútbol lo impregnaba todo. Los domingos de largas tardes de Carrusel en una radio pequeña sin marca que nos regalaron por hacer una encuesta de hábitos en casa. Eran los domingos de entrar de día a La Balastera y salir de noche, excepto en los play-off, casi en verano. Eran domingos que solían ser previa de algún examen en el colegio o instituto y el puñetero fútbol se colaba en los últimos repasos.
Resulta que los padres de Edu también se abonaron a Canal Plus durante una larga temporada, como los míos. Las cuentas de mi madre pasaban por que salía más rentable abonarse que mi padre se dejara dinero varios domingos en el Bar Safari, y eso que yo, con una Fanta y unas pipas, tenía para todo el partido.
Eran los tiempos en los que había un partido majo el sábado en La 2 y al Madrid o al Barça le daban casi todos los domingos por el Plus, a las siete. Cuando echaban al Madrid, la gente abandonaba antes La Balastera. Era la época en la que el bar jaleaba a Juanjo, palentino, en un Real Madrid - Logroñés, aunque allí no hubiera más que merengones.
La jornada acababa en casa con pizza casera caliente y con el breve de información local que hacían Pepe y Calleja en la radio y con el resumen de Moreno en la tele. El Tercer Tiempo quedaba sólo para mis vacaciones porque a las once y media, por aquel entonces, ya tocaba estar acostados.
Edu y yo coincidimos en que el fútbol nos gustaba más antes que ahora. Era la época de Núñez, Mendoza y Gil. Porque el fútbol era hasta divertido. Y los medios lo hacían más. Quizás, por eso, hemos terminado en la misma mesa de trabajo.