Palencia Entre Líneas

Cuatro apuntes sobre un sentimiento y una forma de vida: la nuestra. Palencia existe, se ve, se toca y se disfruta. Es un modo de vida.

27 junio 2008

Para sentarse y escuchar...

He aquí una reciente colección de videos tan atípica como brillante. Yo siempre he sido de aquéllos que, cuando visita una iglesia antigua o una Catedral, uno de los objetos que siempre me ha llamado la atención por su grandeza y esbeltez es el Órgano. Órgano con mayúscula. Es ese conjunto de tubos multiformes, largos, ordenados con simetría y colocados con un sentido tan proporcional como armonioso en el que, tras cada tecla pulsada, un tubo se abre o se cierra y el aire que pasa por él vibra con resonante rotundidad.
¿Quién no ha visitado uno de esos templos en los que el guía te dice: "Ahí está el órgano, de estilo barroco, que sobresale por la imponente presencia de sus tubos centrales, con motivos religiosos policromados y algunos paganos realizados por Fulanito que blablablá blablablá". Vale... ¿y cómo suena?
En una clase de música, el profesor saca una lámina y dice: Niños, esto es un tambor, esto es un acordeón y éstas son las maracas de Machín. Pues muy bien. En el examen de relacionar con flechas cada dibujo con su nombre, más de la mitad cometen fallos. Los instrumentos se enseñan y se aprenden con el único fin por el que fueron hechos. Sólo la música les justifica. Lo mismo pasa con esos Órganos.
Es verdad que existen conciertos de órganos en vivo, aunque tal vez nadie quiera tener que escuchar un concierto entero, que le baste dejarse sumergir durante unos minutos en una Catedral bajo una hipnótica música de órgano tocada en vivo. Que su mente le traslade al siglo que quiera gracias a esa música y se sienta como un viejo de la época.
Las nuevas tecnologías permiten cosas que, de otra forma, no podríamos conocer. He aquí algunos enlaces a una serie de videos especiales. Se trata de una serie de demostraciones de un genio del Órgano, como es el francés Francis Chapelet. Un experto que ha trabajado en España y se ha encargado de la restauración de algunos de los órganos de nuestra provincia. En los enlaces, aparecen una serie de vídeos de Chapelet tocando algunas melodías en órganos tan representativos como el de la Catedral de Palencia, que tan poquito le oímos sonar durante el año, o el de la majestuosa iglesia de Támara de Campos. Es una música que hay quien le puede parecer aburrida, pero nadie puede negar que tiene cierto poder de abstracción. Aquí van algunos de los enlaces. La colección completa, en Youtube.

** Órgano de Abarca de Campos: Chapelet interpreta con algunas de las sonoridades diferentes que ofrece el instrumento.
** Órgano de la iglesia de Támara: Este monumento tiene algo que me parece especial.
** Órgano del Monasterio de La Trapa: La demostración es de otro francés: Frédéric Deschamps.
** Órgano de Paredes de Nava: Deschamps interpreta una composición en una de las piezas con más valor de nuestra geografía palentina. Dicen que el órgano tiene un valor incalculable.
** Órgano de la Catedral de Palencia: Nos suena de algo...

22 junio 2008

Conozco a uno que curra...

Hace nada me enteraba de que una amiga mía va a empezar en julio a trabajar en San Luis. Pensé que no era, ni por asomo, la primera persona en poner el pié allí. Ahora mismo conozco otras tres personas que también viven de lo que por allí les ofrecen. Y alguna más que dejó parte de su vida trabajando en ese Hospital. San Luis, uno de los centros con más solera de Palencia. Muchos años de historia, muchas trabajo por hacer... No es para menos que siempre conozcamos a alguien que trabaja o ya haya trabajado para este Centro de Salud.
Y si no eres de los que conoce a nadie que haya pasado por allí, siempre queda por conocer a alguien que trabaje o haya trabajado en la FASA, o alguien que trabaje o haya trabajado en Carrefour. En mi caso, conozco gente de las tres empresas. Y raro es, me parece a mí, que exista algún palentino que no se haya dado el caso. Son empresas muy grandes, y se abastecen de mucha mano de obra palentina: muchos currantes que, en lo que buscan un trabajo más agradable, consiguen un contrato por unos meses; o tal vez gente que de verdad necesita el trabajo y dedican allí sus esfuerzos para comer; jóvenes que buscan sacarse un dinero... En ese sentido, podemos estar orgullosos de sentir que la nuestra es una cuna de verdaderos "currelas".
Aunque tal vez uno de los motivos por los que siempre conozcamos a alguien que haya trabajado en una de estas tres empresas, también pueda deberse a otros dos factores: la renovación constante de la plantilla, a base de contratos temporales que, en ocasiones, no llevan a ninguna garantía de estabilidad laboral; y sueldos o condiciones de trabajo que no terminan de ser del todo satisfactorias. Es lo malo de las grandes empresas. De las bolsas de trabajo que tienen, pueden sacar otras dos o tres plantillas más. La tasa de paro en Palencia ronda el 10 % (10.03 % según los últimos datos del INE). Hay gente que necesita seguir trabajando. Palencia sigue generando calidad de vida, sigue siendo una ciudad con impuestos relativamente baratos, aunque la crisis sea igual para todos. Pero se sigue dando la circunstancia, una de las que más preocupan, incluso, a nivel regional: «Muchos jóvenes deben abandonar la región para encontrar un empleo». La verdad es que sí, aunque fuera no es que esté mucho mejor la cosa... Pero el fenómeno se sigue dando. En tiempos de crisis es más complicado que antes aún encontrar soluciones eficaces.

12 junio 2008

Se nota, se siente, la huelga está presente

IMAGEN: DIARIO PALENTINO.ES
Diario Palentino publica en su edición digital de hoy una galería de imágenes realmente interesante sobre las repercusiones que la huelga de camioneros tiene en Palencia.
Mal está en nuestra tierra, y mal también en Valladolid, donde los piquetes hacen más fuerza, si cabe, a las entradas y salidas de la capital pucelana.
Actualmente, un mapa que ofrece la edición digital de 20 minutos, señala nuestra provincia como de "nivel naranja" o intermedio en cuanto a lugar crítico para hacer la compra. Sólo tienen nivel rojo, de momento, Barcelona, Pamplona, Sevilla, Madrid, Toledo, Valencia y Almería.
La galería de fotografías muestra las clásicas escenas de camiones hacinados en las carreteras, aparcados en cualquier punto, con tal de llamar la atención. Además, las repercusiones más inmediatas sobre el palentino de a pié: estanterías de productos frescos vacías, escasez de refrigerados y poca o nada de gasolina en las estaciones de servicio. Aunque, desgraciadamente, aquí se entremezcla tanto el desabastecimiento como el momento de pánico que han vivido muchos consumidores, a veces exagerado.

¿Y de la FASA, qué? Nuestro punto fuerte industrial cerrado hasta el lunes. No llega el material. Se para la máquina, se deja de producir, el dinero no se mueve. No se compra y no se vende. Mientras tanto, no dejamos de seguir consumiendo, tirando de reservas.
Hay quienes aventuran que esto va para largo. Pese a todo, esta vez, el Gobierno está poniendo bastante de su parte. Y hace bien con aplicar mano dura a los piquetes, que han protagonizado uno de los más vergonzosos capítulos en este enfrentamiento absurdo de "obreros vs. obreros".
Por ahora de comer seguimos teniendo (¡y que vivan las conservas, que a más de uno le sacan de un apuro!). Luz, agua y gas, tampoco nos falta. Y para los más modernos: móvil e internet, tampoco. Si algún día nos cortaran el suministro "internáutico", me iba a reir yo de la huelga ésta... Más de uno se cortaba las venas y hacía huelga de hambre voluntaria.
Paciencia.

09 junio 2008

Camino de la Universidad

Este año a nuestros estudiantes de Bachillerato les toca antes que a nadie afrontar el examen más temido de cuantos hay: la Selectividad o, en lenguaje moderno, las PAU. Acceso a una Universidad que, paradójicamente, en Palencia, sede de la Primera Universidad de España, no existe.
A los palentinos (como al resto de estudiantes castellanoleoneses) normalmente nos tocaba sentir acrecentado nuestro gusanillo y nuestros nervios esperando a que llegara el miércoles, mientras, el lunes de esa semana ya veíamos esos reportajes a pie del Campus de Moncloa de la Complutense que nos ponían el estómago de vuelta y media.
517 convocados al Campus de La Yutera (el Camino de la Miranda pasó a la historia), los autobuses A y B hasta arriba en esas horas punta, las bibliotecas a reventar, inquietud, risas que se entremezclan con tensión...
El Victorio Macho y el Jorge Manrique suelen ofrecer los mejores resultados en cuanto al porcentaje de aprobados, aunque las diferencias entre unos centros y otros centros no es excesiva, pues suelen aprobar 9 de cada 10.
Todo para lograr una nota que permita a esos más de medio millar de palentinos acceder a los estudios que desean. Muchos de ellos verán Valladolid como su destino. Algunos otros Madrid y, algunos otros, Salamanca y Segovia. Y tal vez los menos, Palencia. La Historia quiso que nuestra ciudad cambiara de destino y que poco le durara el caramelo en la boca.
Ahora la realidad ha cambiado, e incluso la Universidad empieza a no ser la mejor opción para los estudiantes. La Formación Profesional se abre camino. El mercado no logra absorver a los Licenciados y Diplomados en las mejores condiciones. Y después de 5 años (o más) de estudio, tocan otros tantos de sueldos precarios, prácticas, prácticas y más prácticas, no siempre bien reconocidas, y mucha lucha por intentar ir más allá que la competencia. Muchos recién Licenciados no llegan a mileuristas, especialmente en las carreras de letras.
Suerte para todos y... ¡que los palentinos triunfen allá donde el destino les lleve!

04 junio 2008

Para los que se quejan por el agua

En estos días de mayo oigo a menudo quejas de que no hace calor, de que si a este paso sólo tendremos dos meses de verano, de que llegan los fines de semana y... llueve. La lluvia no molesta, al contrario. Se necesita. ¿Cambio climático? Hay quien lo relaciona, pero no es un hecho, ni mucho menos, alarmante. Los alérgicos hemos agradecido las lluvias, que nos han librado del efecto de las gramíneas asesinas del año pasado.
Para los que odian un mes de mayo lluvioso o creen que es un fenómeno propio del Siglo XXI, recomiendo la lectura del artículo de opinión del gran Gonzalo Ortega Aragón, que hoy publica Diario Palentino:

BUENO FUE MAYO, SI NO SE TUERCE

AUNQUE en el refranero existan ciertas contradicciones, la verdad es que hay muchos viejos dichos que alaban las lluvias de mayo. Y si ha habido algún mayo con abundantes lluvias que haya refrendado esas consideraciones ha sido el mayo pasado, que nos ha puesto el campo la mar de frondoso.
Se ha dicho, por ejemplo, que agua de mayo, el bien deseado; o que agua en mayo, pan para todo el año; o que agua de mayo vale un caballo; o que agua en mayo y junio vale más que huebra, carro y yugo.Más o menos vienen a decir los mismo los refranes que se refieren a un mayo con los cielos anubarrados. Como aquél que asegura que Mayo pardo, año harto; o el que pronostica que mayo oscuro y junio claro aseguran el mejor año.
No es conveniente un mayo caluroso, que adelante la cosecha pero sin alimentarla previamente. Por eso se dijo que en mayo frío, aumenta el silo; o que mayo húmedo y fresco llena el granero.
De la conveniencia de que las lluvias sean abundantes en mayo hablan otros refranes agrícolas. Como el que dice que si en mayo no vieres lodo, puedes darlo por perdido todo. O como el que lanza este deseo: Dios te guarde de polvo en mayo y barros en agosto. O como el que augura que en mayo lodo, espigas en agosto.
O sea que en mayo, que llueva, que llueva, como afirma la máxima labradora de que mayo caliente y lluvioso ofrece bienes copiosos. O esa otra que se asegura escuetamente que lluvioso mayo, seguro el año.
Bueno, pues en ésas estamos, en ésas nos dejó mayo. Y lo que hace falta ahora, ya con la hoz en puño, es que no se tuerzan las evidencias, que no se tuerzan las esperanzas.
En el campo siempre hubo pesimistas y optimistas. Pesimista aquel que, arreando el carro lleno de trigo, clamaba por que no viniese un nublado que no le dejara llegar a la panera. Optimista aquel que, trillando las granzas, aún suspiraba: ¡Si todavía lloviese un poco!

01 junio 2008

De vacaciones con el bolsillo tocado

Mucho se habla de que la crisis amenaza seriamente el bolsillo de los españoles. Pero que también existen técnicas sencillas para ahorrar unos cuantos duros a la gente que somos de la clase media-baja, también es verdad. Clase media entendida como gente que, con su salario, satisface sus necesidades básicas sin pasar apuros, incluso permitiéndose un cierto ahorro al final de mes, no como la concepción Calderoniana según la cual, el actual Presidente del Real Madrid se definía a sí mismo como un ser de clase media.
No es que tengamos menos dinero, sino que los precios suben demasiado: desde los pisos hasta lo más cotidiano, como el aceite de girasol.
Aún así, en tiempos de crisis, lo que resistimos a renunciar es a poder hacer alguna escapada de vacaciones. Mientras las clases altas pueden seguir pensando en alquileres de apartamentos durante el mes completo en primera línea de playa en España o, directamente, a darse un viaje completo por algunos países del mundo, el resto de la gente debe darle una vuelta de hoja. Bien porque se ve como necesario recortar el presupuesto para las vacaciones de verano, bien porque no queda otra posibilidad, pero muchos tendrán que optar por algo mucho más barato. Que conste que la crisis sí influye en el sector turístico. Que la hostelería se prepare a acoger menos reservas, o más cortas. Las agencias de viajes avisan del descenso de las ventas en los últimos meses.
Con este panorama, Palencia sigue siendo un buen destino para pasar unos días y desconectar, sin dejarse uno los cuartos de forma alarmante. Si uno quiere alojarse en la provincia, lo mejor es traerse coche, buscar un alojamiento, y desplazarse por los pueblos a disfrutar. Casi uno puede hacer una ruta aleatoria porque todos y cada uno de los pueblos palentinos tiene su encanto.
Un albergue puede ser una opción económica: entre 10 y 25 € por persona, en cualquiera de los de la provincia: Arbejal, Carrión, etc. Los hostales suelen ser algo más baratos que los hoteles y los tenemos en plena montaña palentina (Hostal La Montaña en Triollo, por ejemplo, al lado del Curavacas), cualquiera de los que se encuentran en Aguilar o Cervera... Y siempre quedarán los camping, aunque los de nuestra provincia no es que sean muy allá. Aunque el de Cervera viene muy a mano en el caso de querer pasarse por las fiestas patronales, a mediados de agosto, con una acogida excelente. Las casas rurales son cada vez más demandadas. Las nuestras son, además, gratificantes, y la hospitalidad de los paisanos de nuestros pueblos bien vale su peso en oro.
La capital es también una buena opción, aunque nada comparado con la tranquilidad y el descanso que ofrecen los pueblos de la provincia. Las ventajas de la capital están en la buena comunicación con Madrid y con la zona norte peninsular, en que es una ciudad limpia, barata y ofrece una oferta turística muy interesante. Si alguien viene en plan “guiri”, todo sea dicho de paso, un viaje sólo para conocer la capital no da para pasar más de tres o cuatro días en verano.
Para los que, directamente, no se van de vacaciones, o no tienen otra que quedarse en Palencia, de lo malo a malo, siempre pueden hacerse planes que sólo pueden realizarse durante esa época del año. Las subidas al Monte: un clásico, ya sea para darse un baño en la piscina, ya sea ir a pasar la tarde tomando un buen porrón cerca del mirador, ya sea para perderse por el circuito o practicar senderismo o bicicleta. Si no, la Calle Mayor y los aledaños de la capital cogen otro tinte cuando suben las temperaturas. Las terrazas se multiplican, las charlas se extienden hasta altas horas de la tarde, el ánimo en la gente parece otro, y hasta las noticias que aparecen en los medios dejan de tener tanta relación con el turbio mundo de la política. Julio y septiembre suelen ser, además, los meses escogidos por muchos jóvenes para sacarse el permiso de conducir, apuntarse a cualquier otra actividad... incluso para apuntarse a acampadas o recorrer los pueblos de fiesta en fiesta, especialmente, en agosto. Parece que no, pero el buen tiempo siempre ayuda a saborear mejor cada momento de disfrute. Y, lo mejor, sin la necesidad de tener que hacer un gran desembolso. Alguna cosa buena tenía que quedarnos.