Palencia Entre Líneas

Cuatro apuntes sobre un sentimiento y una forma de vida: la nuestra. Palencia existe, se ve, se toca y se disfruta. Es un modo de vida.

26 junio 2013

Tras la calma, llega más calma

Así me ocurre, que me paso más de un mes sin pasarme por el blog. Cuando estoy varias semanas sin acercarme por Palencia, pierdo la noción de lo que es nuevo y lo que no. En mi última visita ya se estaban colocando algunas de esas luces blancas que abren el debate de si, por la noche, se ve o no. Las luces blancas me recuerdan siempre a las de los pueblos, lo cual no es necesariamente malo. Si dicen que, con ellas, se ahorra, bienvenidas sean. Yo soy de los que por mi casa puedo ir desde la puerta hasta el dormitorio a oscuras pasando por la cocina y el cuarto de baño.
A fin de cuentas, por cambios de esos son por los que perdura un Alcalde en la memoria, ahora que se han cumplido dos años del 'Polancazo'. ¿Qué hizo tal Alcalde: hizo buena gestión? ¡Y qué más da, llenó Palencia de rotondas! ¿Y el otro? ¡Levantó cuarenta veces la Calle Mayor! Y así sucesivamente. Bien por la crisis, bien por la inexperiencia previa, pero Palencia parece una ciudad en punto muerto condenada a seguir en punto muerto una temporada más.
Sólo nos saca de la monotonía lo de siempre: un suceso. Primero fue Vanesa Guzón y los errores de los funcionarios al más puro estilo 'Infanta Cristina' (la táctica conocida como 'escurrir el bulto' o 'pasar el muerto' = hacemos como que no pasa nada). Y ésta vez ha sido el incendio de la calle Díaz Caneja. Es lo que nos pone en órbita de los informativos y la gente nos pregunta.
¡Ah, y otra cosa!: la ausencia de fútbol 'nacional'. Es lo que tiene trabajar en deportes: que te preguntan por la senadora popular que no habla Marta Domínguez, de la cual no voy a decir nada que no sepamos ya, y por el fútbol. Recientemente, ha desaparecido el Salamanca de una forma parecida a la que desapareció el Palencia. Ahora trata de recoger el testigo un tal Atlético Recreativo Deportivo de Fútbol Palencia de Todos los Santos 1929. Un equipo que cambia ligeramente el escudo y trata de llevar en sí el espíritu del Palencia desaparecido. El problema es que este club es nuevo y parte de cero. Todos sabemos que nuestro Palencia, nuestro referente, hubo un día que enfermó hasta que se marchó. Bromas aparte con el nombre, toda la suerte del mundo para el nuevo equipo. En mi TL de Twitter prima y pesa la Preferente, una categoría que, cuanto más se conoce, más gusta (creo que como todo en la vida). Y puede ser igual de apasionante ver cómo equipos modestos como el CD Palencia, el Villamuriel o el Velilla, con más ilusión que dinero, ya piensan en dar la campanada la próxima temporada.
Y todo esto venía por que no pasa nada y me paso un mes sin actualizar el blog. Por mi madre sé (el mal tiempo la lleva los demonios) que el invierno se ha hecho largo, como en toda España. Confío que el buen tiempo ayude a pasar mejor el bache que nos afecta a todos y que, al buen tiempo también haya buena cara. Tras unas semanas en las que, a kilómetros de distancia, parece que no haya pasado nada, que a calma le suceda más calma no es del todo malo.