Palencia Entre Líneas

Cuatro apuntes sobre un sentimiento y una forma de vida: la nuestra. Palencia existe, se ve, se toca y se disfruta. Es un modo de vida.

10 septiembre 2012

Lo nuevo está de moda

En mi última y fugaz (todas lo son) visita a Palencia me ha quedado claro, por si no lo tenía ya, que lo nuevo es lo que se destila. En tiempos de crisis se hace firme más que nunca la premisa de "renovarse o morir".
Me refiero, en este caso, a la hostelería. El imperio asiático ha sentado sus raíces en los límites del polígono industrial para abrir un Wok que ha hecho furor porque en él se puede comer desde los clásicos sushi y noddles, hasta croquetas, bueyes de mar o navajas. Y es que es buffet. Todo salado en su punto para que no dejes de pedir alguna que otra bebida de más. La triunfada del mes, con diferencia. Se perfila como un duro competidor de otros asiáticos de la ciudad... y no tan asiáticos.
Y la nueva pizzería cercana a la Plaza de España, regentada por una italiana, ha dejado, de momento, temblando a la todopoderosa Nonna. De momento, sin poder probarla por aquello de que, en determinados puntos de la noche, es difícil encontrar hueco.
Fenómenos como el de los yogures helados, los bares de copas modernos (tipo Y Un Cuerno II o Dana) o los bares/restaurantes nuevos (como alguno del barrio de La Nueva Balastera, que no conocía, con bastante gente en el comedor a la hora de la cena, pese a que, en el bar, la atención no es la 'repera', y no te ponen ni unas tristes aceitunas en la barra con la caña) llevan a la gente a moverse y cambiar sus hábitos. Triunfa lo nuevo.
En una ciudad pequeña, donde la crítica está en que "aquí siempre es lo mismo", un soplo de aire fresco sienta bien, sobre todo para los bolsillos de quienes tienen la idea de innovar y pegan el pelotazo. Sólo el tiempo dirá si la novedad merece el grado superior de 'perpetuidad'.
Los clásicos, pese a todo, siguen a rebosar una noche de viernes: el Rivera 13, La Mejillonera, el Trompicón... Entiéndase 'a rebosar', como 'con ocupación respetable del local' porque lo de la puñetera crisis, algo sí se nota. La competencia de lo nuevo debería hacer fuertes a los que ya estaban. Ocurre como con la feria alternativa de tapas: el acomodado puede quedarse fuera de la partida. Ante la crisis, cabeza. Lo demás, es condenarse a una incertidumbre que la vida en sí no merece.

05 septiembre 2012

Sin balance

Le estaba cogiendo yo el gusto a esto de los sanantolines, pero por cosas de la vida, uno tiene que decidir si marcharse muy lejos de vacaciones una semana, con la mejor compañía posible, o repetir feria de tapas y esas cosas que parece que perdurarán al año que viene, y al siguiente y al siguiente. He cambiado las tapas de pimientos de Torquemada por papas con mojo y las de carne de Cervera por pescadito insular. Creo que he salido ganando.
Me maravilla el potencial gastronómico de las Islas Canarias y el clima tan bueno que tienen. También su acento, su tranquilidad y el orgullo con que presumen de islas. Aunque es inevitable acordarse, por muy lejos que uno esté, que cuando el calendario marca  el 2 de septiembre, algo grande mueve Palencia, aunque sólo sea la fe que lleva a tantas personas a esperar una cola para beber agua que ni la de la Sagrada Familia para entrar a verla.
Programa en mano, uno vuelve a ver que hay más de lo mismo: un nivel flojo de conciertos, tapas, ferias, cuatro eventos deportivos menores y otros cuatro infantiles... Y un relleno de narices. Queda siempre bien meter en el programa que juega el Cristo el partido de Liga, que el Sorteo de la Lotería se hace en Palencia, que pasa la Vuelta Ciclista, etc, etc. Pero qué le vamos a hacer, es tradición de todos los años. ¡Ah, y un día menos! Pero si tenemos lo de siempre (no nos vendan burras por novedades, por favor) y, además, el Cabildo, perdón, el Ayuntamiento se ahorra dinero, mejor que mejor. Los bolsillos, agradecidos.
Los únicos balances que puedo contar son los de la gente de la calle a los que han dado voz en los diferentes medios locales y los de mi gente. Y no son muy allá. Más de lo mismo. Así que, por esta vez, no haré balance a posteriori, aunque, intuyo, me saldría uno bastante creíble si decidiera "tirarme el pisto". Me llama la atención (o, quizás, no debería) lo que la gente se ha vuelto a quejar de la sensación de timo en determinadas casetas de la feria de tapas.
Y que las cifras del paro local salgan un día después de la traca fin de fiesta no es, ni mucho menos, el mejor colofón. Me indignan los valientes que celebran que, con 40.000 parados más en agosto, estamos en la mejor cifra de este mes desde 2006 en cuanto a desempleo nacional se refiere. Recemos nuestras plegarias, e inventémoslas, porque tenemos aún para rato. En fin, San Antolín... "Si nos escuchas, te queremos, primo."