Palencia Entre Líneas

Cuatro apuntes sobre un sentimiento y una forma de vida: la nuestra. Palencia existe, se ve, se toca y se disfruta. Es un modo de vida.

31 diciembre 2010

Jesús también puede nacer en la Cripta

IMAGEN: Diputación Provincial de Palencia
Acabaremos 2010 envueltos en un poquito en agua y con un récord absoluto de participación en la San Silvestre palentina, con unos 4000 corredores que sólo entienden de diversión sana, aunque luego lleguen los champanes buenos de cada casa y los cubatas malos de según qué bares, donde las malas artes llevan a más de uno a querer ganar más de la cuenta, aunque sea a costa del despilfarro voluntario de salud de los otros.
Las tardes de Navidad tienen un toque mágico en el corazón de nuestra ciudad. Se puede no creer en una religión, se puede no creer en un Dios, se pueden no creer en muchas cosas, como diría Lennon en 'God'. Pero no se pasa desapercibido por el ambiente especial que se crea en la Plaza Mayor, donde la fachada del Ayuntamiento presume de espectaculares galas de luz, los puestecitos invitan a probar el olor a cuero y el de espectaculares empanadas, con el belén de todos los años presidiendo el lugar, y, de fondo, el run run de familias abrigadas hasta los pies compartiendo el momento que, dicen, es especial cuando hay niños inocentes de por medio, aunque los adolescentes también disfrutan con sus petardos quemados a ritmo de hormona revuelta.
A unos metros, vuelve a reposar en la Diputación el único belén que he visto este año. Quizás porque sea El Belén, en mayúsculas, de estas fiestas, no he hecho intención de ver más. Si años anteriores ganaba, con creces, el que José María Villa Gil ambientó en Tierra de Campos, esta vez el que ha realizado la asociación Francisco de Asis, ambientado en la Palencia Medieval se lleva la palma. Herodes descansa en la Torre de San Miguel y el niño Jesús nace en la Cripta de San Antolín, mientras, en la parte superior, Jesús se reúne con los doctores en la naciente Capilla del Sagrario de la Catedral, y se espera la llegada de los Reyes por el Puentecillas. Además, se reconstruye, para otra escena, las extintas Puertas de Monzón. Historia de aquí en estado puro.Para el año nuevo tampoco hay que pedir demasiado. Con que todo vaya bien y sepamos aprovechar los momentos buenos, y un año da para mucho, nos damos por servidos. Lo importante no es lo que nos venga. Lo importante está en nosotros. ¡FELIZ AÑO NUEVO!

28 diciembre 2010

"Sad", en Palencia, también significa triste

IMAGEN: Web Muy Moraos

La afición es el verdadero patrimonio de un Club. Si el equipo está en Regional, la afición está con él. Si el equipo está en Regional, los empresarios no lo están.


El Palencia ya no es de los socios, salvo milagro de impugnación. 81 años de historia cambian de rumbo por una mezcla de deuda, necesidad de liquidez, y una conversión sacada del bolsillo por arte de birlibirloque a empresa SAD. El Club de Fútbol de la ciudad desaparece. Nace una empresa.
Nunca antes el foro oficial del club había derramado tantas lágrimas y tantos gritos de impotencia. Una Asamblea, como rezan las crónicas, surrealista y esperpéntica, en la que votaron (de aquella manera) apenas 200 socios de los 600 a favor de que el Club dejara de ser de ellos para ponerlo en manos de un capitalista.
Las SAD, por aquello de que el dinero se fue comiendo al fútbol, fueron un mal necesario. Y para mal, valga la redundancia, en muchos casos. Que se lo digan al Real Jaén, al Real Betis y el calvario para que el empresario "Don Manué" se fuera del club, la desesperación colchonera entre quienes no aguantan a Gil Marín, los equipos de Segunda B que se juegan su desaparición por una mala gestión de quien no eligieron nunca los socios...
El Palencia ya es uno más dentro del club de empresas donde los socios dejan de ser aficionados con estatus para convertirse en pequeños colaboradores económicos donde sólo valen por lo que pagan.
Casualidad que la dichosa Asamblea, triste Asamblea, se celebrara justo a los 100 días del mandato del que, quizás, quiso pasar a la Historia del Club. Luego es verdad que llegarán los domingos, y un equipo de morado, con un escudo que soporta más edad que algunos de nuestros abuelos, saltará al césped y rezarán por que la empresa no quiebre, como todos los trabajadores. El resto cambiará más bien poco. Sé que la afición gritará eso de "¡Palencia! ¡Palencia!", sin la SAD detrás. Y lo seguirá haciendo de todo corazón.
Ojalá este 28 de diciembre fuera ésta la noticia inocente que nos cuelan los periódicos, pero no lo es. Este 28 de diciembre ha amanecido triste. La palabra "sad", en inglés, es justo lo que significa: triste. En Palencia, desde hoy, para los que amamos a nuestro equipo, también.

22 diciembre 2010

¡Doña Rogelia!

No fallan los frikis. El cambio de sede para celebrar el sorteo de Navidad, con un aumento notable de capacidad de aforo, iba a permitir, en consecuencia, un aumento de gente disfrazada y demás personajillos que reclaman (y consiguen) la foto, el micrófono, el vídeo y lo que haga falta. En realidad es lo que demuestra que esto es más que un sorteo, que todo eso que se dice de la Lotería de Navidad como fenómeno sociológico es verdad.
Que Palencia suele estar presente en la lista de premios, por fortuna, no es nuevo para nosotros. Y esta vez, Saldaña es la que se ha ganado las portadas de m
añana jueves. ¡Enhorabuena a los afortunados! Lo que me era desconocido es que también uno de estos 'frikillos' del disfraz era de Palencia. A muchos les puede sonar de las crónicas radiofónicas de esta mañana o algunos 'directos' de páginas web hablaban de una tal doña Rogelia. Incluso se cuentan detalles tan escabrosos de la susodicha, como en la página de RTVE: "Araceli, vestida de Doña Rogelia, se acerca al escenario para hacerse una fotografía con los niños de fondo, y los vigilantes la reprenden." ¡Araceli, Araceli, que no se te puede dejar sola!
Nos enteramos de los orígenes de
Araceli en declaraciones a Noticias Cuatro: "Soy doña Rogelia palentina, de Palencia." Sale justo antes de un tipo disfrazado de 'la Esteban', con mucho más arte que la pseudo-princesa pesada de San Blas, desorgullo de España. La tal Araceli tiene una entrevista... No todo el mundo pone rumbo a Madrid con una nariz de plástico para tragarse un sorteo que puede dejarte noqueado en caso de verlo íntegro. Quedarse dormido con el soniquete de fondo tampoco debe ser muy recomendable. ¡Eso es alto riesgo, y no lo de presentarse a las elecciones del Palencia!

20 diciembre 2010

¿Cerrando el año como empresa?

IMAGEN: Norte de Castilla
El balance podría ser sólo deportivo. Podríamos decir que 2010 ha sido un año bueno para nuestro fútbol, con tres equipos en Tercera División y el Palencia habiendo hecho disfrutar de las mieles de un ascenso que nunca se consumó porque los hubo mejores. Ahora, con un equipo que sabe que, de seguir remando, puede repetir el sueño de entonces, va a terminar justo en mitad de la tabla en lo que debería ser un punto de inflexión para no salirse del camino por el que se ha empezado, con la seguridad de que un palen
tino de adopción, como es Pepe Calvo, sigue con sus manos pegadas al timón con con el cariño de la gente.
Sin embargo, la entrada de la nueva directiva no parece que acabe de enterrar a la de Villegas, desterrada a base de votos, y ahora en la Asamblea convocada para el 27 parece que van a seguir sacándose los trapos sucios manchados con la palabra "deuda" y demás argumentos que acabaron con la anterior. La amenaza de la temida conversión a empresa es la posible solución que también se permite su margen de duda. Que los socios cedan su protagonismo en el club para que el Palencia se transforme en empresa, en estos tiempos de crisis, deudas e incertidumbre, en los que otras SAD pequeñitas de Segunda B caen por su propio peso, puede hacer peor el remedio que la enfermedad.
Tiene que ser muy gordo el agujero en la caja de caudales como para tener que dar el salto definitivo a una aventura que lo mismo va bien como lo mismo va mal. También dicen que existen capitalistas cercanos al nuevo Presidente. Para bien o para mal, el Palencia habrá cambiado para entonces, y sólo quedaría rezar porque las manos y las cuentas de quien lo atesora, nunca fallen.
La Asamblea que echa el cierre al año debería ser una celebración de que el Palencia sigue vivo y con buena salud deportiva. El fútbol es deporte y competición, ¿recuerdas? No sería de agrado otro set entre Nachistas y Villeguistas, pero lo que procede es que acudan tantos o más socios que a las urnas. El futuro viable del club, la válvula del corazón morado que mueve el presupuesto, está en juego y, por fortuna, aún en manos de los que mandan, que son los socios. Donde debería haber unanimidad por un club o un sentimiento que nos mueve a todos, volverá, irremediablemente, a existir el enfrentamiento. No sería, desde luego, la mejor manera de acabar el año.

15 diciembre 2010

Algunas cuentas en el calendario de diciembre

Vuelven los bajo cero a Palencia mientras contamos, casi sin quererlo, los días que faltan para la Nochebuena, el Año Nuevo y otras fechas que no dejan indiferente por lo que suponen, espíritus aparte, al ánimo y bolsillo de cada uno.
Mientras algunos nos tiramos de los pelos al escuchar presumir al Presidente del Gobierno de que España da pasos de país social, las páginas de nuestra prensa modesta lloran la pérdida de un autónomo diario en nuestras fronteras provinciales. Los pequeños comercios aún no acaban de hacer su agosto porque la crisis viene como el tiempo: más bien tirando a helado, y se conforman con hacer su particular diciembre. Entre tanto, alguno que otro ya habrá pisado, sin querer, por el Vial, alguna de las primeras bolsas vacías de patatas fritas de la franquicia del dólar rápido o algún otro desperdicio de los que no acaban en la McBasura.
En las tiendas de barrio, lo de todos los días desde el último jueves. Nos vamos frotando los ojos cada vez con menos intensidad porque todo parece un poco más claro. Palencia es pequeña, y al final todo se sabe. Marta Domínguez salió por la puerta de atrás de la Guardia Civil, por donde pusieron, en su día, unos bolardos que volvieron a quitar para la ocasión, para que ningún flash la captara, aunque no se libró de alguna mirada indiscreta callejera que pasaba por allí en ese momento. Pero eso ya no importa, y los bolardos volvieron a ser soldados al asfalto para, quién sabe, no tener que volver a ser quitados. Lo que sólo importa de verdad es que Marta salió por la puerta de atrás.
Esperamos estar de aquí a la semana que viene celebrando alguno de los premios que arreglan trocitos de vida en forma de deudas o de antojos de caprichos. Sólo que he oído a tanta gente eso de “me va a tocar” que dudo que haya para todos. Dice la ONLAE que el 22 de diciembre nos visita la Diosa Fortuna, pero bien sabe que los españoles establecimos hace tiempo el día Nacional de la Salud. Nos conformamos con que haya un poquito de suerte y que vaya más allá del próximo miércoles.

13 diciembre 2010

Que hable ante el Juez

IMAGEN: AFP PARA MARCA
Quería haber hablado sobre la confianza ciega, sobre la fe de corazón que una parte del pueblo palentino tiene con Marta. Apenas cuatro o cinco días después de que la atleta pasara una de sus peores tardes, ya empieza a verse todo con otra perspectiva, o quizás con la misma, solo que creyéndonos un poco más que esto no es el cuento de Caperucita con final feliz. Quizás el viernes pasado, el día de la Gala del Deporte Palentino, los sentimientos estaban aún a flor de piel. Quizás algunos de los que la aplaudieron allí se han estado preguntando hasta hace unas horas por qué tanto silencio. Quizás, después de leer en innumerables blogs, periódicos, comentarios, redes sociales... tanto más de lo mismo, nos hemos visto obligados a pellizcarnos porque el sueño raro éste no tiene tanta pinta de irreal.Hoy ha roto su silencio vía mail para la agencia EFE, sólo para decir lo básico: que es inocente, que no tenía nada en casa y poco más. Pocos argumentos para alguien que, se supone, tiene la oportunidad de defender su inocencia. Al Juez ya le dirá lo que tenga que explicarle, pero al pueblo que creía en ella y que la apoya con pancartas y quiere resistirse a la pesadilla, creo que también le debe una.
Mientras Marta callaba, su largo silencio ha provocado que España se haya tomado a pecho lo de "quien calla, otorga" y ya existen chistes por Facebook a mala fe, y algunos de Palencia tenemos que escuchar comentarios más o menos jocosillos del estilo "como en Palencia os dopáis..." (como cuando Calderón, ¡qué cruces!) y su imagen ha ido perpetuándose como la de "una camella" de alto standing.
Trato de pensar con la confianza ciega de mis paisanos, pero sólo se me vienen a la mente las imágenes de la Guardia Civil sacando de su casa material sospechoso. Trato de pensar con la fe de corazón, pero la evidencia me dice: ¿Y por qué no salió del Cuartel diciendo ante todos: "señores, esto no se le hace a nadie, soy inocente, no sé por qué ocurren estos errores, ya lo veréis cuando dice sentencia el Juez"? ¿Por qué no defendió su inocencia desde el primer momento en que la apuntan con el dedo por algo tan grave?
Coincido con mucha gente en que esto nos ha dejado un poco conmovidos a todos y que en Palencia se respira distinto. En fin, salvo novedad, dejémoslo estar... y que hable ante el Juez, éste ya no es nuestro partido.

10 diciembre 2010

A la puerta de un garaje blanco de la calle Valdivia

Acabo de escuchar decir a Juan Baño, el experto de Interior de la Cadena Cope, que se baraja por ahí la hipótesis de que nuestra Marta también hubiera probado de su mercancía. Juan Baño comentaba ayer que en uno de los informes se leía que Marta estaba "metida hasta las trancas" en lo que ya conocemos todos.
Posiblemente ese 9 de diciembre, ese ayer, sea uno de los días más raros, profesional y personalmente hablando, también para mí. Recién llegado de Palencia, de pasar un par de días con mis seres queridos, casi a punto de comer la excelente ración de lombarda con castañas de mi santa madre, me suena el teléfono para decirme que vienen a buscarme a casa para volver a Palencia porque a Marta la habían detenido y estaba en la Guardia Civil. Así pues, realicé el viaje de vuelta más surrealista de cuantos he hecho. Esa llamada fue mi primer contacto, duro, con la realidad de ese jueves después de tres horas largas de autobús: nuestra grande, detenida. No entendía nada.
Cinco horas después, en compañía del infatigable Carlos Sáez, estaba, de nuevo, quién me lo diría, en Palencia. En la rotonda de la Avenida de Cuba, por donde tantas veces paso, donde la fotografía era diferente. Nunca tanta gente de a pie hizo guardia con los periodistas. Cada coche que salía del cuartel, provocaba un desenfundamiento de objetivos como si de un fusilamiento se tratara, y sólo los bromistas, como el chico que se tapó con un plumas la cara o el conductor de la cinta rosa, consiguieron arrancar (falsa alarma) el estruendo de flashes y focos de televisión.
Nadie vio a Marta. Ni en el furgón blanco que salió por la puerta principal para despistar, ni en el asiento trasero del todoterreno de su suegro, con lunas tintadas para impedir ver su rostro, su gesto, alguna mueca... Nada. ¿Y si no estuviera? ¿Y si fuera una mala pasada? En realidad, nadie la vio y, a día de hoy, nadie la ha visto. Pero no valen falsas ilusiones infantiles, aunque luego nadie la viera tampoco en ninguna casa.
Se me ocurren estas líneas y un gran número de por qués a los pies del garaje blanco de esa casa, en el cruce de las calles Valdivia y Alvarado, donde, por la mañana, los guardias se llevaban tanta y tanta porquería y donde, a esa hora, sólo descansaba en su interior su marido y futuro padre. Ella, apenas a veinte metros, estaba con su familia, que habían pasado todo el jueves sin saber apenas nada de ella, inquietos por la incertidumbre de qué iba a pasar con una atleta, embarazada, un mito para sus vecinos y una persona, quiero pensar, engañada.
Entiendo que no debe ser cómodo pasar el mal trago con cámaras apenas a unos metros de la puerta de tu casa y con un pueblo, el tuyo, que ahora duda de lo que has sido, porque acabas de ver las imágenes del dichoso garaje. Sólo algunos familiares entraban y salían sin hacer mucho ruido del hogar de sus padres, sin querer hablar, con la preocupación natural en sus rostros o expresiones. Lo que han tenido que conversar dentro no habrá sido fácil de digerir.
Marta ha p
asado el peor 9 de diciembre de toda su vida. Su hijo, su futuro bebé, la ha salvado de acabar, quién sabe, en un sitio peor. Ella le debe una: debe limpiar su imagen, explicar que algún cafre corrupto procedente del aparato del doctor Bacterio Fuentes la mintió y la engañó, convencernos de que esa mierda estaba ahí en su cochera por evitar algún lío mayor, porque no la quedó otra que hacerlo. Que llore si tiene que llorar, que eche el dolor si es que alguien la ha hecho daño. Que limpie y se purifique por dentro. Ya no por Palencia, ni por su familia, que la quiere a las duras y a las maduras, ni tan siquiera por el deporte español. Que lo haga por su pequeño héroe, el que tiene en su tripita, por que más adelante, quizás, registrando alguna hemeroteca, se encuentre portadas tan duras, como la de Marca, o algunas extranjeras que esperan el daño español, y no tenga la respuesta adecuada a la pregunta de: "Mamá, ¿por qué lo hiciste?"

08 diciembre 2010

Un día de nieve en Palencia. Preciosas.

Así se titulaba el correo con el que me llegaban estas fotos. No sé ni tan siquiera quién ha sido su autor, sólo sé que me han llegado con la ola de frío que nos ha sorprendido a medio Europa. Nunca pensamos ver Palencia nevada tan pronto. Ahora que la temperatura vuelve a ser algo mejor, podemos recrearnos con los momentos de nieve que provocan que tantos afilen sus cámaras para quedarse con instantáneas tan llenas de arte. Palencia, disfrazada de blanco, siempre es más bonita. Y si la tecnología ayuda con el acabado, ¿para qué privarnos de darle un pequeño gusto a nuestra retina? Al que las hizo, gracias.