Palencia Entre Líneas

Cuatro apuntes sobre un sentimiento y una forma de vida: la nuestra. Palencia existe, se ve, se toca y se disfruta. Es un modo de vida.

27 marzo 2012

El periodismo palentino está de luto

Mentiría si dijera que el triste fallecimiento de Rafa Aguado me da igual. Y eso que, personalmente, no le conocí más que de coincidir por algún rincón de Palencia, alguna rueda de prensa, o en La Balastera. Poco más.
Sin embargo, mucho antes de saber si yo quería dedicarme al periodismo o a otra cosa, ya le escuchaba, junto a Alberto Calleja, en la SER, poniendo el broche a los programas locales de los domingos, debatiendo, dando resultados, esquivando las propuestas de Calleja de cortarse el bigote si ocurría tal o cual cosa para el Palencia.
Le puse cara cuando se fue con el otro Alberto, con Moreno, al entonces llamado Canal 4, al programa Domingo Deporte. Luego, más tarde, yo me enteraría de que trabajaba principalmente de comercial, y de lo bien que hacía su trabajo.
Dejar atrás Palencia ya te hace perder la pista un poco de la gente con la que se pierde el contacto. Insisto que con Rafa nunca tuve relación. Pero sí, las veces que yo volvía a Palencia, al sintonizar Canal 8, le escuchaba locutando anuncios, llevando el programa de toros... De alguna forma, seguía ahí. Por no saber, no llegué ni a enterarme de que estaba malillo.
El periodismo palentino está de luto. Me pongo en el lugar de mis ex compañeros de Diario Palentino y hoy seguro que no es el mejor día para ir a trabajar, aunque haya que hacerlo. El adiós de un ser querido antes de lo previsto por la ley de la vida es siempre una mala noticia.
Conozco personas que le conocen y que hoy le echan de menos. Sí, debía de ser tan bueno como dicen. El mejor homenaje, el que le ha hecho su gran amigo, Carlos Martín Santoyo este miércoles en Diario Palentino. Descanse en paz.

23 marzo 2012

Ahora, ¿qué me inquieta?

Estoy cogiendo el hábito de no navegar por internet ni jugar a jueguecitos para móvil de camino a casa, en el autobús nocturno. Y parece que llego mejor a casa. Me pongo siempre la misma emisoria de radio, me echo unas risas, que es la mejor forma de acabar el día, y si se da que tienen el día pesado, voy haciendo que la mente se me vaya conectando con los inframundos del sueño, en lo que cojo la postura en mi asiento de plástico.
Sólo que anoche, también de camino a casa, la señal estaba revoltosa y no había forma de escuchar bien el programa. Acabé recordando viejos tiempos, sintonizando Rock FM, la música que sale desde ese estudio que hace esquina en los subterráneos de la Cadena Cope y que aún mantiene la misma sombra de su origen y su magia musical intacta.
Con viejos clásicos sonando de fondo, y con el ambiente tan cargado a seriedad y caras largas en el autobús, acabé recayendo en el repasito de marras a las redes sociales. No deja de sorprenderme la capacidad de una red como Twitter, que la usan tanto periodistas, como cantantes o gente anónima, y que es como abrir una pequeña ventanita a lo que la gente hace, dice o piensa con respecto a eso que buscas. Me encontré con que alguien resucitó la noticia de aquella señora palentina que se mareó en su domicilio y lo publicó 'El Norte de Castilla'. Me dio por buscar "palencia", a las 2 y media de la madrugada, por lo que pudiera haber ocurrido entonces, y encontré más que lo que ocurre, lo que inquieta sobre Palencia cuando la mayoría de la gente duerme.
Un indignado había dejado esa noche los nombres de las empresas que van a tomar medidas contra los trabajadores que hagan huelga el 29 de marzo: Worten, Mercadona, Carrefour... Había una chica que venía de pasar una noche interesante. También estaba el habitual twit de "Baloncesto con P" informando de la previa del partido contra el Granada. Un joven publicó los planes que tiene para el fin de semana entre Valladolid y Palencia. Y otro indignado más se preguntaba qué hacía una senadora de nuestra tierra en la agenda de Burgos para dar una conferencia sobre el dopping en el deporte.
Sé que a las pocas horas de acostarme, entran, de nuevo, en ebullición, los twits de los periódicos, de la gente que viaja, que sigue haciendo planes, que sigue pensando o que, simplemente, tiene la necesidad de contarle algo al mundo. Es la maravilla de twitter: preguntarse ¿Qué me inquieta en este momento? y encontrar cientos de respuestas aleatorias que tienen que ver con la pregunta.
Igualmente, tengo que reconocer que me maravilló la canción de "Riders on the Storm". Ya la había escuchado, pero anoche la sentí, quizás por el momento, más que otras veces.

19 marzo 2012

Aitor, 18 años. Implacable, vengativo, provocador

«Aitor, 18 años. Implacable, vengativo, provocador. Traumatizado por la separación de sus padres y su ingreso en un centro para jóvenes conflictivos, acusa a su madre de ser la culpable de todas sus desgracias».
Así comienza el capítulo del docu-show 'Hermano Mayor' que se grabó en Palencia y se emitió en Cuatro el pasado viernes 16. Que Pedro García Aguado llegue con una cámara detrás sólo puede ser indicio de que algún joven la está liando muy gorda en casa.
En Osorno, el equipo de Pedro García Aguado tenía la misión de solucionar los graves problemas que Aitor tenía con su madre en casa. Aitor, al que, según un 'twit' de alguien que decía conocerle, le apodaban como "el pistolas", reconocía su condición de ladrón y drogadicto, como consecuencia de la mala relación con su madre y del mal ambiente familiar.
La terapia se va realizando en diferentes rincones de Palencia, aunque en ningún momento se menciona (nunca se hace) el lugar en el que transcurre la acción. Si bien, a duras penas se distingue el cartel de Osorno en la escena de transición en la que el chaval pasea por la vía del tren, el nombre y escudos de Palencia del Pabellón "Marta Domínguez" se llegan a ver en la actividad que le llevan al chaval a enfrentarse a las chicas de Filipenses.
De la estatua del Cristo del Otero apenas se vislumbra un reflejo, cuando madre e hijo se desahogan a pies de la estatua a golpe de tambor, cedido por alguna de las cofradías palentinas. Rosana, la chica gallega que consiguió arreglar el año pasado la relación con su madre, a la que deseaba la muerte, se presentó en la torre de la Catedral de Palencia para contarle a Aitor su experiencia para ayudarle a reflexionar. Me les imagino a los tres yendo a por unas bravas para terminar de echar la tarde.
Inolvidable el momento con José Miguel Espinosa 'Miguelín', el encargado de hacer desfilar a sus ocas en la Cabalgata de Reyes de Madrid. Aitor se veía con pocas ganas de hacer el trabajo de un adiestrador que le gritaba que se levantaba a las cuatro de la mañana por su familia. El capítulo concluye, con final feliz, ante la atenta mirada de los ciervos del Monte el Viejo.
La historia de Aitor concentró a más de 2.400.000 espectadores ante el televisor, con un más que respetable 13,3 % de share. Los palentinos, en las redes sociales, no daban crédito... Se comentaba, con cierto tono de inquietud, que Pedro García Aguado estaba en Palencia, con algún 'malaje' en sus manos. Porque los conocemos, y en sitios pequeños tienen rostro, nombre y mote. Y a esos no los cura ni el santero más milagroso ni el más paciente de los educadores sociales o entrenadores de superación.[Puedes ver el programa completo pinchando sobre este enlace]

16 marzo 2012

Sería logroñés

Sigo todavía, una semana después, con el dulce poso que me dejó cubrir la Copa de España de fútbol sala en Logroño en cuatro días para el recuerdo. Primero, porque, como periodista, es mi primer viaje de más de una noche. Segundo, porque siempre es un gustazo descubrir una ciudad que concentra gran parte de su encanto en el olor a tapas y vino que encierran las calles Laurel y San Juan. Y tercero, porque el fútbol sala, a pie de pista, es un espectáculo que nunca falla.
A la típica pregunta de "¿Qué tal por Logroño?" llegué a responder: "creo que si no fuera palentino, sería logroñés."
Por un momento, quise imaginarme que el Palacio de los Deportes de La Rioja podría ser un molde perfecto para el nuevo Marta Domínguez, con el que tener una papeleta más para acoger un evento que le daría más cuerpo al nombre de Palencia. Quise imaginarme que la Calle Portales era la Calle Mayor nuestra, con la que guarda cierto parecido. Quise imaginarme que el Nuevo Las Gaunas tiene algo que ver con La Nueva Balastera. En Palencia no hay riojas, pero también se bebe vino, si no, que se lo pregunten a los que viajan en submarino por el Carrión. La semana del pincho que se organizaba en la capital riojana me hizo trasladarme al run run de los sanantolines que va directo al estómago.
Acabé por pensar que yo también quiero algo así para Palencia. Que nuestra ciudad tuviera todo lo necesario para poder invertir en un evento que nos hiciera salir de la monotonía durante unos días. Y es que tan sólo necesitamos un pabellón en condiciones que está a la espera. Porque no tenemos aeropuerto, ni falta que hace. Tampoco, por desgracia, equipo en División de Honor... aunque engancharía a más gente a este bonito deporte. Tampoco hace falta haber sido sede antes de una ronda de Copa Davis. Y casi ni tener bodegas.
Porque, con lo que tenemos, en Palencia hemos acogido grandes torneos internacionales de baloncesto de pretemporada, partidos de fútbol de España de las secciones inferiores, veladas de boxeo, hemos alojado equipos de la Vuelta Ciclista... y la ciudad siempre ha respondido.
Nos falta un pelín en infraestructuras. Porque encanto, alimento, bebida, buenos precios, buenas comunicaciones, buena gente (y gente entregada al deporte) y en ganas nos sobra. Al final, lo que se trata es de hacer bien las cosas para que las cosas salgan bien. Lo grande sería, además, que cuando organicemos una cosa así, algún logroñés pudiera abandonar nuestra ciudad pensando en que si no fuera logroñés, igual le hubiera gustado ser palentino.

06 marzo 2012

Los impuestos según se miren

Con marzo, no sólo llega la primavera, sino que a Palencia, antes que las flores, nos ha llovido una ligera subida de impuestos municipales: el billete sencillo del autobús urbano, la zona azul, piscinas climatizadas y servicios de alcantarillado y depuración.
Teniendo en cuenta que la subida no parece desmesurada, no suena a escándalo. No es que ahora haya que pagar 18 € por subir al Big Ben cuando era gratis hasta ahora, aunque el argumento del gobierno británico podría ser similar al del Ayuntamiento de Palencia: para cubrir gastos.
Lo malo de los impuestos en crisis es que, después de una subida, no se espera un mejor servicio. Pagar más por lo mismo es algo que jamás sienta bien. Más cuando los sueldos son los mismos... si no más bajos y procedentes de una prestación por desempleo.
Entiendo que conducir, en este período, esté ya entre los bienes de "tirando a lujo": más zona azul, más cara, céntimo sanitario y el combustible subiendo. Entiendo el disgusto de quienes les gusta conducir. Entiendo el cabreo de quien conduce por necesidad, de quien viene de fuera de la capital a trabajar y no tiene otra alternativa.
También entiendo a quien, además de pagar más IRPF a fin de mes para pagar el disparate de la clase política nacional y derrochona, tiene que ir sumando otras gotitas y quitarse de otras partes para que la taza no rebose. Porque, además, ahora, parece que se ha puesto de moda ir a trabajar con miedo, por si la empresa quiebra. También se ha puesto de moda que algunos empresarios (que pueden ser de Palencia o de otras partes) reajusten a su antojo, imagen y semejanza para que su Dios (ellos mismos) no pierdan su poder.
En este caso, digo que los impuestos municipales son buenos o malos según se miren. Porque teniendo en cuenta otras circunstancias ocurridas, parece que hasta sea bueno que el Alcalde del PP no haya hecho lo que su antecesor De Manuel: subirse el sueldo, con un par. Es bueno que el abono del autobús no haya subido (de alguna forma, no se castiga a quien utiliza el transporte público con frecuencia, como pasa habitualmente en Madrid, por ejemplo).
El único gran problema de estos impuestos es que, en la nueva legislatura es lo único que se ha hecho. Ante la ausencia, por ahora, de soluciones, y viendo que el problema va para largo, sólo han cabido parches que pagamos entre todos. La esperanza pasa por que la siguiente solución no sea otra subida más porque el dinero de la gran clase media-baja no es infinito. El dinero existe, pero está atascado en otras partes.