Palencia Entre Líneas

Cuatro apuntes sobre un sentimiento y una forma de vida: la nuestra. Palencia existe, se ve, se toca y se disfruta. Es un modo de vida.

30 octubre 2010

El arte de lo absurdo

Hoy, según me cuentan, es cuando se han puesto en marcha los dos radares del Vial. Ayer más de uno se ha asustado al ver salir al pajarito con el cuentakilómetros a 55, pero estaban sólo de pruebas.
Desde luego que ni los conductores de coches ni de bicicletas han salido beneficiados. Los que van por carretera tienen que someterse a una medida un tanto ilógica. Todos sabemos que se puede ir a 60 sin que pase nada, aunque con tanta rotonda y tanto paso de peatones nuevo, casi la propia lógica te lleva a no ir demasiado deprisa. Así que todos a echar el freno y evitar el fin con el que se colocan una buena parte de los radares en nuestro país: para recaudar dinero. Si no fueran rentables, no los pondrían. Se aprovechan de los cuatro cenutrios que no usan esa lógica al volante y la DGT, en consecuencia, toma medidas ilógicas.
Además, para los de las bicis, "cacho postacos" les han plantado en todo el medio. Es como si quisieran instalar en la carretera señales verticales para el carril-bici. La ría de los 3.000 obstáculos se supera con más facilidad. Otra cosa absurda.
Y más absurdo, si cabe, es lo que mi buen amigo Manu me contaba ayer: ¿qué hacían un grupo de niñatos con la cara pintada llamando a los timbres de su portal diciendo "truco o trato"? Sinceramente, esto me preocupa mucho más que lo de los radares, pero ya hablé de ello el año pasado y no quiero insistir en una de las estupideces más grandes que se han practicado en nuestro país en los últimos ¿tres, cuatro, cinco? años sin que el Gobierno o la oposición tengan algo que ver. Luego nos quejamos, pero a veces nos lo buscamos solitos.

20 octubre 2010

Estación de silencio

Estamos ya de lleno en la época en la que el tiempo nos va jugando algunas malas pasadas propias del otoño que atravesamos, cuando la Tierra va pidiendo poco a poco alguna hora más de sueño. Trabajamos y estudiamos y dejamos las vacaciones para otro momento, pese a que algunos rezagados hace apenas quince días que bien pudieron terminarlas, sin olvidar, por desgracia, a quienes las tienen permanentes.
La vorágine que la estación de autobuses cobra estos días es mucho menor. Es verdad también que la llegada de las altas velocidades a la estación vecina, ha dejado las taquillas algo más frías y las dársenas como expectantes a ver cuándo viene el siguente.Los que esperan el autobús para ir a algún pueblo son los que lo hacen por costumbre. Una mañana cualquiera hay más ancianos resguardándose del frío que pasajeros con destino a alguna parte. La tónica habitual, tras pasar el umbral de las puertas automáticas, es la de las persianas cerradas y algún que otro empleado en la ventana de información, si no hay que golpear el cristal para que acuda a ella. Muchas sólo se abren justo antes de que el conductor arranque. En apenas un instante ya habrá despachado los billetes, si no lo hace en el mismo coche.
Las dársenas están casi siempre vacías. Los autobuses de largo recorrido se vacían antes de llegar a Palencia. A nuestra tierra llegamos sólo unos pocos. Y cuando nos vamos, también. Somos 84.000 censados, tampoco podemos esperar un movimiento abrumador.El momento de mayor jaleo estudiantil ya no está en los colegios, que han perdido parte del griterío de hace apenas unos años. Está en las paradas, pero no en la estación de autobuses. Son quienes van a Valladolid y vuelven en el día con la mochila y la carpeta llena de ilusiones un tanto desdibujadas por el aguacero que cae por su camino. Son quienes suben a La Regional en Modesto Lafuente, en la Fábrica de Armas, en el Castilla Vieja... Y vuelven en el día, aunque se pierden la oportunidad de vivir la experiencia fuera, que da, a veces, más tablas en la vida que la propia y malograda Universidad moderna. Ya sabemos que muchos de los que se van, tardan en volver. Y me remito a la experiencia propia y ajena.
Se me sigue haciendo extraño ver tan vacío, a menudo, un espacio tan grande en el corazón de la ciudad y que, se supone, es un punto de partida y de llegada: de movimiento. Y verlo todo tan parado... Quizás la diseñaron demasiado grande para lo que es Palencia... Aunque no sé, no me gusta, a veces, tanto silencio.

09 octubre 2010

A la sombra de las vías

IMÁGENES: PSOE y ADIF
Por lo que se puede leer en prensa y otros blogs, la última visita de José Blanco a Palencia no ha terminado de dejar buen cuerpo a la gente. Ya de por sí, 'Pepiño' es una figura política con poca credibilidad, puesto que la oposición le pinta mal y entre la izquierda tampoco goza de todas las simpatías que cabría esperarse. Además, a la ciudad de Palencia no le sentó muy bien esa propuesta 'a vuela pluma', de hace apenas unas semanas, de querer desviarnos la trayectoria del AVE. La predisposición, por lo tanto, ya no iba a ser buena. Aunque nos trajera un cheque de fondos de inversión en blanco, muchos le echarían cierta mirada de sospecha.
Es verdad que prometer la llegada del AVE a nuestra ciudad no es muy difícil porque los Alvia ya paran en nuestra estación. Y eso es un paso. El soterramiento viene a ser la promesa eterna. Cada propuesta tiene sus críticas y cada nueva propuesta sus nuevas críticas. Incluso las alternativas a las propuestas tienen sus alternativas de críticas. Y así durante veinte años. ¿Cómo va a llegar una obra que no contenta a una ciudad entera? Puntualizo: no contenta a nuestros políticos. Cada uno tira de su lado de la soga sin remordimientos y con poco interés de ganar. Es más importante que la propuesta enemiga no gane. Es así como se viene gestionando. ¿Qué soterramiento vamos a esperar? Y me da igual que nos lo prometa Pepe Blanco, Álvarez Cascos o Perico de los Palotes. Así no se va a ningún sitio. Así soterramos el futuro de Palencia.
Me consuela, pese a que no soy conductor, saber que en breve tendremos más plazas de aparcamiento en la estación 'Norte'. Más que nada por evitar esos jaleos de "te aparcan, no, paran, esperamos que viene uno, ahora, baja del coche, abre el matero, ¿puedes?, uno detrás, otro que frena, dobles filas, espectáculo de intermitentes, me despido ya... No hay quien deje el coche. Ve al andén y si encuentro sitio en otro lado, espero el tren contigo, hazme una perdida cuando llegues."
Es comprensible que una obra tan faraónica no es algo que surja de la noche a la mañana. También muchos pensamos que el nuevo estadio de fútbol no lo verían nuestros ojos, y se hizo. No es lo mismo, pero al final se hizo. Muchos dirán que la visita de Blanco no aportó nada... Peor hubiera sido que ni se hubiera molestado en venir. De las dos formas le iban a caer palos igualmente.
Quiero pensar que pronto pueda salir todo bien, y nuestra política deje de recostarse con tanta comodidad a la sombra de las vías jugando a sólo ellos saben qué. Que el sueño de muchos, que somos todos los demás, se haga pronto realidad.

08 octubre 2010

El arte de cumplir años

Octubre es uno de los meses en los que más numeros del calendario marco con un círculo recordándome que algunos de mis seres queridos cumplen años, entre ellos, especialmente, mi madre y mi hermana Elena. Están también mi tía Ana, mi prima Soraya, mi amiga Isa, mi amigo Fran... Y siempre algunos más que, por circunstancias de la vida, toman otro rumbo aunque baste que ese día esté señalado para que al menos su recuerdo siga por mi mente, aunque sólo sea con esa excusa.
También cumplen este mes algunas otras personas que se cruzan por medio para hacer juntos un rato del camino hasta quién sabe cuándo. Una de ellas, de la que me declaro profundo admirador desde que tengo uso de radio, es Pepe Domingo Castaño. Hoy cumple 68 años, aunque no es la primera persona que me demuestra que los años no marcan el ritmo de la vida, sino lo que va por dentro: la ilusión y las ganas de vivir. Anoche, en El Partido de las 12, nos dejó una brillante epístola de lo que supone un día tan especial para cada uno, para bien o para mal, cuando el día de su cumpleaños llega cada 365 días. Un genio. Felicidades, Pepe.

07 octubre 2010

El orgullo ante las cámaras

En apenas una semana, Palencia se ha asomado a través de la caja tonta un par de veces para dar a conocer ante toda España parte de nuestros paisajes y transmitir dos valores que tenemos "per se": la tranquilidad y el orgullo.
Comando Actualidad paseaba por nuestra Calle Mayor durante ocho intensos minutos que comenzaban en el punto de encuentro que la presentadora desconocía y más se desconcertaba cuando intentaba relacionar "La Gorda" con la mujer palentina, como tantas veces hemos hecho nosotros. Nunca antes había visto la Calle Mayor desde tan alto, desde la mansión de 230 metros, de la tía generosa en hijas, sobrinas y demás familiares que permite a la cámara contemplar unas estampas urbanas reservadas a unos pocos privilegiados. Enfrente, Álvaro Reja abre la puerta de su estudio a los españoles para mostrar cómo un sentimiento palentino puede hacerse tangible a través del pincel y un puñado de colores.
Dos mujeres descansan en la terraza del Casino y recuerdan que Palencia tiene la virtud de permitir a los suyos comer en casa y tomar un café por tan sólo 1,10 en mitad de una jornada partida. "La vida en Palencia es la Calle Mayor", comentaba una paisana. Y no se equivoca al hablar de la arteria principal de nuestro paisaje por la que la sangre llega a muchos de los palentinos que allí viven.

Luego, Ramón Arangüena nos invitaba a cogerle del brazo para conocer Tierra de Campos en "Tu Vista Favorita" y demostrar por qué estamos en una tierra de campos infinitos que se pierden en el horizonte, castillos y pueblos. Confesaba su deseo del pasado de haber sido arqueólogo y arañar por debajo de las piedras del colosal castillo de Ampudia.
"Los palentinos inventamos la tranquilidad", decía el periodista con su particular sentido del humor, "pero no lo patentamos porque somos gente muy discreta. Después de inventar la tranquilidad, inventamos el renacimiento". Su amiga y pintora Marina explicaba que nuestro carácter tiene que ver con nuestros paisajes. Su vista favorita está en lo alto del Cañón de la Horadada, en Las Tuerces, donde promete llevar a sus hijos si le preguntan por qué es de Palencia: "Y si no lo entienden, les castigo sin tele." El orgullo de uno de los personajes más populares de Palencia quedó patente y latente en la pequeña pantalla. Habló un enamorado.

- Comando Actualidad, Calle Mayor (fragmento de Palencia) puede verse aquí.
- Tu vista favorita (capítulo 3 completo) puede verse aquí. Para votar por el paisaje de Tierra de Campos, Cuatro nos invita a votar mediante sms: 27244 VISTA CAMPOS.