Palencia Entre Líneas

Cuatro apuntes sobre un sentimiento y una forma de vida: la nuestra. Palencia existe, se ve, se toca y se disfruta. Es un modo de vida.

29 junio 2012

El relato de las tragedias


En este mes de junio que termina, las páginas de los diarios locales se han convertido en las de cualquier otro diario, de los que se cierran con candado personal, de quien escribe el relato de su lucha junto a la de los suyos para evitar tragedias personales.
Un mes especialmente duro para los 314 trabajadores de SEDA, que dependen de jueces, ventas, acreedores, sindicatos, liquidaciones y planes de viabilidad en una empresa en la que el café, de un tiempo a esta parte, tiene un aroma un poco más amargo.
Un mes difícil para los mineros y para el carbón. La central térmica de Velilla está que echa humo y no por lo de siempre. Las subvenciones se recortan o, directamente, se acaban. Duele pagar más y cobrar menos, cuando aún se espera un esfuerzo personal de quien tiene las tijeras en una mano y el cinturón en la otra.
Nuestro CF Palencia lucha contra el tiempo para evitar, otra vez, su desaparición. La reaparición, una y otra vez, del tumor de las deudas y la dificultad, cada vez mayor, de los avales, hace pensar que el cáncer de las deudas va a triunfar sobre la vida del club. Y, para colmo de males, arrastrado por las circunstancias pucelanas, el Aguilar se nos ha ido a Regional.
Y lo que no sale en los periódicos: me cuenta una persona querida que, de aquí en quince días, vuelve al paro porque en el supermercado donde trabaja, las cosas se han torcido más.
Entre tanto, Beatriz Pando y Álvaro Mocha nos recuerdan, con sus casi dieces en selectividad, que la ilusión por la vida se mantiene intacta. Y que, con trabajo bien hecho, se puede triunfar. Así nos lo recordará la joven Ester Rodríguez en los mermados sanantolines este año, ejemplo siempre de lucha en nuestra tierra, como cualquier paralímpico que consigue superar cualquier reto que se propone, aunque no podamos animarla en Londres. Juntos, arrojan un poquito de luz y nos hacen pensar que, quienes están al frente del todo, al margen de subirnos en tan sólo dos días la luz, el gas y los medicamentos, no cumplen, ni de lejos, bien su labor. Menos mal que el domingo juega España la final de la Eurocopa y la anestesia nos durará todavía un rato.

25 junio 2012

Sacudiendo nuestro orgullo español

Cuando juega la selección de fútbol, sacudimos nuestros complejos. Como cuando sacudimos un mantel o cualquier otro trapo por la ventana, echamos nuestra bandera española a la calle y dejamos nuestro orgullo español ondeando a la altura de nuestra casa. Es la forma de avisar al de fuera: "Aquí vive un español que está con 'La Roja'". Fue comenzar la 'Euro', y Palencia llenarse de banderas rojigualdas.
El fútbol, que no nos da de comer a ninguno de nosotros, con unos futbolistas que, si España fuera una meritocracia tendrían que estar mendigando el pan, nos hacen olvidar todos y cada uno de los males y gentuza que nos dirige por los que seríamos capaces de reconocer que nuestra España nos avergüenza.

Sin ánimo de ser oportunista, estoy seguro de que volveremos a lanzarnos a las calles cuando ganemos, si Mérkel lo permite, la Eurocopa. No lo haremos el día que nuestra deuda desaparezca, o baje la incomprensible prima revoltosa a un nivel que podamos olvidarnos de ella. Tampoco lo hicimos cuando Montoro anuncia un "no-rescate" rescate y nuestro Presidente, antes que salir a dar la cara, prefería escaquearse al España - Italia... y entre lágrimas porque no podía ver a Rafa Nadal. Nos cuesta salir para lo bueno y para lo malo. Menos si nos dan de comer. Afortunadamente, como la cordura no se ha marchado del todo, ahí tenemos a los trabajadores de SEDA y a los mineros que luchan por el orgullo propio y el de sus familias, víctimas de una situación que está en manos de otros.
Si los jugadores de la selección ganan la Eurocopa, se llevarán una prima que ya querría la de riesgo: 300.000 euros por barba, un premio superior al de hace cuatro años. El próximo domingo, si nos dejan, saldremos a celebrarlo. El lunes, sacudiremos nuestra bandera por la ventana, sacudiremos nuestro orgullo español y volveremos a dejarlo en un cajón hasta dentro de dos años.
La situación económica y política del país tardará bastante más en mejorar.

11 junio 2012

Al-Palencia

A perro flaco, todo son pulgas. De esto que al CF Palencia le va tan mal económicamente que incluso Calderé, que se ha desvivido por el Palencia, busca opciones fuera, y Juanjo, el hasta entonces segundo entrenador y claro candidato para entrenar al equipo el próximo año, ha fichado por el Cristo Atlético, de Tercera, que paga las nóminas.
Y sorprendido me hallo al leer que, en su afán por buscar una solución económica, Ramón María Calderé, incluso, a través de su colega Tintín Márquez (ex del Espanyol), llegó a proponer la idea de que uno de estos grupos qataríes, forrados porque parece que allí sale más petróleo del suelo, invirtiera en el club, ahora que España 'la pobre', está de moda.
Y si, personalmente, poco me gusta que un grupo inversor compre un Palencia hecho empresa (con la susceptibilidad de corrupción y ansia que puede producir una empresa deportiva), menos me gustaría que al Palencia le metieran mano los qataríes.
Estamos educados en lo peor del capitalismo. Desde pequeños, nos resulta gratificante que nuestros padres nos den la propina. De adolescentes, más. Y, cuando somos mayores, deseamos un trabajo y, a ser posible, un buen sueldo. Y muchos, además, jugamos a las quinielas y a las loterías. Así que somos perfectamente capaces de relacionar el dinero con el poder. Y así lo vemos porque lo hemos mamado desde pequeñitos.

Cuando una empresa está sin fondos, antes que morir, prefiere pedir que le rescaten, que alguien le dé dinero. Lo que pasa es que dejas de depender de ti mismo para depender de papá dinero. Y si papá dinero es un jeque, te pueden cambiar hasta los gustos. Y, quizás, obligarte a ir con él. O tal vez quiera conocer a tus amiguitos y hacerse también su papá. Y si el jeque quiere, después de salvar a un equipo, salvar a su ciudad, que también tiene números rojos, a ver quién es el que se resiste a decir que no. Ser pobre de dinero y pobre de quererlo, es peligroso. En Getafe, sufrieron pensando que el escudo llevaría la imprompta qatarí. Al-Palencia, que ni se le acerquen.