Con P de Pinocho...

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...Y de pájaro y de pillo y de pendón. Sí, también de Palentino, pero, como ya demostró hace un año, y al pie de la letra que se lo toma, de Palentino Ausente. A Ramón Calderón, biznieto del ilustre palentino Abilio Calderón, Hermano de la Cofradía de la Soledad, ex alumno de la Salle, forofo del Club de Fútbol Palencia, padre de unas hijas guapísimas bautizadas en Palencia, y orgulloso de sus orígenes, no se le ha vuelto a ver el pelo por nuestra tierra desde que salió como Presidente del Real Madrid. Zapatero, con ser Presidente de un país entero, por poner un ejemplo, se deja caer más por León que el amigo Calderón por su patria chica.

El caso es que, menos P de palentino, últimamente cualquier otra palabra de las ya mencionadas le pega más. El "Pinocho de Concha Espina" es el apodo que le ha puesto el que se está convirtiendo en su pesadilla más molesta: el periodista José Antonio Abellán. Abellán ha conseguido que a Calderón le miren con lupa qué es eso de las VPO que tiene para sus hijos, unos áticos preciosos en la zona de Las Tablas (Madrid) en la que, curiosamente, ni viven porque sus empadronamientos están en otros domicilios.

Es una de tantas: que si los contratos con Mediapro no generan tanto como decía, que si los eternos Kaká y Cesc (promesas electorales) siguen sin venir, que si el voto por correo no fue tan limpio como se esperaba... Todo con pruebas, que es lo que más joroba.

A todo esto, Calderón sigue sin traer al Real Madrid a Palencia. Ayer, al Betis le faltó tiempo para publicar una nota en la que el equipo se comprometía a jugar un amistoso contra el Alcalá de Guadaira, del grupo IV de la Segunda B con el objetivo de recaudar fondos para los afectados por las lluvias que causaron, por desgracia, dos muertes. Al Presidente del Real Madrid se le pidio jugar para echar un cable a los afectados por la explosión de gas en la Calle Gaspar Arroyo. Pues nada, ni sí ni no. Sólo silencio, lo que viene a ser un no. Es la tercera negativa de Calderón a jugar con el equipo blanco en Palencia.

En fin, así las cosas, igual es mejor que no se acerque mucho, por si acaso le da por liarla, por apropiarse de pisos que no debe o por cerrar negocios con las cuentas alteradas. Por lo demás, pues que siga a su bola. El ex-administrador, sin demasiado acierto, de Las Ventas parece no tener remedio. Y si alguien le ha visto por la calle, que lo diga.