Alea Iacta Est desde hace rato

Hala, pistoletazo de salida. Quince días por delante de suplicio, de mentiras y de shows políticos lamentables. Quien no sabe que esta campaña política comenzó hace ya varios años es que no sabe de política. ¿Es necesario escuchar tanta parafernalia? ¿Es que nadie se da cuenta de que los medios hablan casi tanto de la campaña como de la última entrega de Harry Potter? (Gracias a mujeres como J. K. Rowling en España se lee todavía, pero ése es otro tema).
Los palentinos ya sabemos a quiénes vamos a votar: al PP, que va a ganar por 2-1 en nuestra provincia. Votes tú o no votes. Es tan sólo un voto. ¿Y qué pasa si votas en blanco, votas nulo o votas a cualquier otra de las alternativas? En nuestro caso, en el de "nuestra circunscripción", que el voto se pierde. Y me da que, por desgracia, la abstención no va a triunfar, aunque ojalá la abstención tuviera su representación en el Congreso: si se abstiene el 40 % de los españoles, pues que se quede vacío el 40 % del aforo de la Cámara. Así el resto de países ven que en España los políticos son tan malos que interesan más bien poco.
Los sondeos, que se hacen cada dos por tres, siempre hablan de resultados: «Si a día de hoy hubiera elecciones, el Partido Nosequé ganaría por 10 puntos», «El Partido Nosecual recorta, a dos años de las elecciones, 5 puntos y medio».
Pero estando tan cerca de los comicios, la suerte ya está echada desde hace rato. Sin ir más lejos, algunos diarios, como El Periódico de Cataluña, en su portada, ya hace un reparto de cuántos escaños va a tener cada partido. Y, otra vez más, uno, que es castellano-leonés (palentino por encima de todo) ve cómo nuestra Comunidad parece que nunca pinta nada en esto, aunque, curiosamente, los dos últimos Presidentes del Gobierno sean de por nuestras tierras. Galicia, Cataluña, País Vasco... todos tienen su pequeña representación. Si hay algo que aprender de los nacionalismos es de ver cómo se “escuernan” en trabajar por su tierra. Es verdad que la población de nuestra Comunidad tampoco da para muchos escaños en comparación a los que puede aportar Madrid, Cataluña o Andalucía, pero aquí, con votar a los de siempre, parece que tenemos y nos sobra. Es fiel reflejo de lo que ocurre en las elecciones regionales. "¿Para qué cambiar, no?" - pensará más de uno. Pues quizás sea el momento de plantearse las cosas de otra forma porque... así nos va.