La mejor, la más genuina

Y dale con la gente. Que si "la Miss de tu pueblo era más fea...", que "¿Demelsa? Es rara hasta en el nombre...". A ver, fea a mí no me parece. Que tiene un pedazo de cuerpo, pues lo tiene. Pero hay algo por encima de todo eso que, para mí, y más después de la gala, hacen que para mí, Miss Palencia sea la mejor.
Disfruté como un enano ayer leyendo las entrevistas que concedió al Diario Palentino y al Norte de Castilla, y más con la foto que publicaba éste último, en la que la Miss luce una camiseta que servidor luce por los madriles (gracias, amigos, otra vez más por el regalo): Palencia con P.
Para empezar, durante la gala, y como bien muestra el diario 20 minutos en su edición digital, besa la banda en la que pone "Palencia". Además, el comentario del cronista BobPop no tiene desperdicio alguno:

Mis tres misses preferidas - La Rioja, Girona y Palencia - han aguantado un poco más, pero no han llegado al sexteto final. Aunque ninguna de ellas me ha decepcionado: la riojana ha intervenido desde el backstage con los tacones en la mano, la palentina ha besado su banda de miss cuando ha escuchado que no estaba clasificada para la siguiente ronda, y Miss Girona ha estado tan Odilia Pamela como siempre. Esas son mis chicas...

El gesto de la palentina es sólo equiparable al de Marta Domínguez cuando portó la bandera de palencia en los europeos de Munich o a cuando Alfredo Merino lloraba desconsolado tras perder en Mieres el ascenso.
Y cuando uno lee las entrevistas descubre una mujer con un sentimiento por encima de un título de belleza. Una mujer auténtica, una mujer genuina, atrevida, orgullosa de su tierra («-Lo mejor, haber representado a Palencia y ser la única palentina que en 48 años ha pasado el primer corte.»), 100 % producto local. Dice que la hubiera gustado el título de Miss Fea, el del Tomate... Hombre, Demelsa, tampoco hay que rebajarse tanto, que el certamen (parece irónico, pero no lo es) lleva mujeres mucho más feas.

Los viajes de Calderón

Ramón Calderón, palentino, presidente del mejor equipo del siglo XX, ha estado recientemente por Estados Unidos, México y Panamá, supuestamente, para cerrar la gira del equipo blanco durante la pretemporada. Sus impresiones no pueden ser mejores: "En su momento dijimos que estas giras, que tienen gran interés promocional y económico, estarían, no obstante, condicionadas por nuestros intereses deportivos, por lo que habrían de garantizar siempre la realización de una buena pretemporada. Realizar la gira inmediatamente después de concluir el campeonato de Liga y hacerla en un solo país contribuyen, sin duda, a compatibilizar ambos objetivos".
Es decir, que a Palencia ya sí que definitivamente, de una vez por todas, no viene. Palencia lo tiene siempre que quiera a su disposición, así que... ¿para qué perder el tiempo? Ramón Calderón allá donde va con su equipo, y la experiencia lo va demostrando, suele tener algún interés personal. Hace un mes la prensa rumana daba cuenta de los negocios de cerditos, de puercos, de gochos o como quieran llamarse que Calderón, aprovechando que el equipo viajó a Rumanía, cerró con el Ministro de Agricultura. Ahí es nada. ¿Qué habrá estado haciendo todo este tiempo por Yankilandia y parte de Iberoamérica? De entrada, por sus palabras, ha sido claro: buscar dinero para el Real Madrid. Y éste tonto no es, y seguro que algo tiene cerrado por ahí. Y, aparte, algunos medios señalan que tiene cierto pre-acuerdo con el entrenador mexicano Hugo Sánchez.
Con todo esto en mano... ¿para qué va a querer venir con el equipo a Palencia? ¿Qué genera Palencia para el Real Madrid? Si quiere negocios en su tierra se viene él por su cuenta, no necesita al equipo. Es una de las tantas mentiras que ha contado en pre-campaña y después de la campaña. Pero no nos sorprende. Él, en su día, ya contó una excusa más que creíble para no traer al equipo a su tierra natal: "Si llevo al equipo a Palencia tendré que hacer lo mismo con todas las ciudades que me lo han pedido, y claro, si das contento a una, tienes que hacer lo mismo con todas". Entonces, ¿para qué tanto rollo palentino si luego es incapaz de cumplir una de las promesas más sencillas que ha realizado como presidente del Real Madrid? Si es incapaz de esto, es fácil de entender que no haya sido capaz de traer a Kaká, Cesc y Robben. Vamos, igualitos que Gago e Higuaín.

Los chascarillos del lunes

Que nada, que no hay Miss España, al final siempre ganan las mismas: que si las vascas o las canarias... ¡Pero cómo ha gustado la nuestra! Seguramente, este año mucha gente se haya dado cuenta de que "Demelsa" es un nombre de mujer. Atractiva es un rato... ¡Ay de las medidas! Si no fuera por los 90-60-90 reglamentarios, ¡cuántas misses tendríamos por nuestras calles! Y espera, si no, a que llegue el calor del veranito, verás, verás...
Y el Palencia, ¿qué? ¿Otra vez campeón del grupo? Pues porque pinchó el Barakaldo, pero me dice hoy el bueno de "Cata": «nos dieron un repaso... Dieron gracias porque no cayeron más». Pero aún así, ahí sigue el Palencia. Y no sé si líder, pero que entra en la liguilla de ascenso, cuando sólo quedan ocho jornadas para el final, parece que es una realidad. No dejo de echarle el ojo a los otros cuatro primeros de los otros grupos, y me reafirmo: este año, el Palencia no sube. Salvo un pequeño golpe de suerte. Pero bueno, ya veremos.
En abril aguas mil. ¡Y qué poco queda! Es la última oportunidad para que llueva un poco antes del larguísimo verano que nos acecha. Pues que llueva, que llueva, que siempre hace falta. Porque si nos acogemos al "año de nieves, año de bienes" pocas bonanzas puede esperar nuestra provincia.

Y con abril, la Semana Santa. Las vacaciones, vamos. Aunque me gusta lo en serio que se toma esta celebración en nuestra tierra, con razón fue declarada de Interés Turístico Nacional. Servidor, porque no le coinciden las vacaciones, será la primera vez que no esté en cuerpo presente durante unas fechas que parecen tomarse con más sentido cristiano que la Navidad. El domingo, comienza la función. Suerte y salud para los cofrades que le dan vida.

De esto que llega el sábado...

Es de esto que llega el sábado y que, por los hechos, me sabe bien ser de Palencia.
Por la mañana, en la radio, al subir de los estudios, me para un hombre de edad avanzada, muy bien vestido y de formas correctas:
- Perdone, ¿es usted de deportes?
- Sí, señor.
- Dígale a su jefe que el rumbo que lleva no es bueno. Lo de Calderón, pese a que es palentino, ya está tomando un aire que parece un programa del corazón, sacando los trapos sucios que si de los directivos, las mujeres, los viajes... Y, créame, eso le hará perder oyentes. – me dice. El caso es que la charla acaba derivando en que él es socio desde hace cuarenta años del Real Madrid – del cinco mil y pico – y que, como el Presidente, el hombre es palentino – del barrio de Corea -. Y, por lo que se ve, bien orgulloso de serlo: haciendo gala de sus orígenes, como buen palentino emigrado.
Y de esto que hace bueno por la tarde y en muy buena compañía salgo por el barrio de Aluche a tomar un refresco en las prematuras terrazas. Y nuestra conversación se ve interrumpida por las palabras que llegaban de la mesa de al lado, donde dos matrimonios de gente mayor se tomaban una tostada y charlaban... ¡de Palencia!
- Pues es que en Palencia están mucho más baratos. Los nuevos que hay por la zona del Cristo, unos veinte millones.
- Segovia, para ser Segovia, se han subido una barbaridad...El tema de la vivienda, no es para menos.
No sé si veinte millones en el Cristo será mucho o poco, pero yo me veo de alquiler toda mi vida. No sé si en Palencia, en Madrid o en las Indias, pero veinte millones no los junto ni trabajando 15 años. El caso es que se habla lo nuestro y nosotros damos (aunque sea poco) que hablar.

Es el día Mundial de la mujer

Bajo a la calle, impulsado por un recado de mi madre, trabajadora, que dice: «mañana baja por el pan». En la tahona, veo a los habituales, aunque poca gente a esas horas: dos hombres, tres mujeres y dos chicas jóvenes, estudiantes, con mochila al hombro. Me atiende una mujer que llevará sabe Diós desde qué hora. La acompaña otra dependienta. La panadería está casi debajo de mi casa. Me encuentro a una vecina, que viene de trabajar: «Hola» «¿Qué tal? Qué frío nos vuelve a hacer». El tema del tiempo, tan recurrente... Pero demuestra simpatía. Palencia la permite comer en su casa antes de volver a enfundarse el mono de tarea otro rato por la tarde.
Salgo a dar una vuelta, para hacer tiempo. Me acerco al colegio. El mejor ejemplo de igualdad entre hombre y mujeres lo demuestran los niños. Pese a que quieren demostrar sus diferencias mediante los juegos, son iguales. Igual de ágiles ellos que ellas. Igual de inteligentes ellas que ellos... o incluso ellas, con el tiempo, más. Iguales en estatura, en peso, en voz... Lástima que, con el tiempo, las diferencias vayan yendo más allá de las meramente físicas.
En el instituto, un poco mas allá, ¿qué hablan? ¿Con qué sueñan? Se despiden, otras comparten un cigarro... Es jueves, seguramente ya tengan en mente lo que toca hacer mañana. El instituto, el paso anterior a elegir por dónde encauzar sus vidas. Seguramente ninguna piense en la discriminación de género, en los jefes machistas, en las desigualdades... Ahora son jóvenes y... ¡qué carajo! ¡A vivir que son dos días!
Luego, de camino para allá o para acá, hay otras mil más: de 30, de 40, ancianas, viudas, amas de casa, "marujillas", trabajadoras, inteligentes, habilidosas, amables, fumadoras, no fumadoras, divertidas, deprimidas, tristes... Cada cual tiene su historia y cada una se mueve por su entorno.
En 2006, los juzgados de Palencia trataron 109 casos de violencia doméstica, aunque el 25 % de las víctimas eran hombres. Aunque ellas siguen siendo mayoría. Quizás Palencia no sea una ciudad especialmente violenta, ni esencialmente machista. Es algo que, en parte, me consuela. Saber que la impresión que recibimos del entorno es que, al menos, no es mala en este sentido, me tranquiliza. Pero queda (estoy seguro de ello) mucho por hacer para que la igualdad social de sexos sea una realidad al 100 %.