Seguimos siendo menos

IMAGEN: mapa envejicimiento datos 2005

El diario El Mundo recoge hoy en su edición impresa una noticia que no es nueva para nosotros: “La fuerte pérdida de población devuelve la España interior a 1900”. Y el subtítulo añade: “Diez provincias tienen ahora menos habitantes por kilómetro cuadrado que hace 100 años”. Esas diez provincias son: Orense, Lugo, Huesca, Teruel y Cuenca por un lado y, por otra, cinco provincias de Castilla y León: Ávila, Soria, Segovia, Zamora y nuestra Palencia.
Mal de muchos, consuelo de tontos, pero no estamos solos. El mal va a ser de la Comunidad, no sólo de nuestra provincia. Madrid, Barcelona, Sevilla, las islas y, en general, el litoral mediterráneo, por el contrario, han visto cómo su población se ha multiplicado en los últimos 107 años.
La pregunta es: ¿por qué nuestra Comunidad es la que muestra mayor decadencia de todas? Un interrogante amplio, que abarca muchos aspectos importantes: desde la ineficacia para generar empleo y retener a los jóvenes, a las trabas que sufre el malogrado sector agrícola, pasando por otros aspectos como el turismo o la promoción de nuestros productos fuera de la región, que no parecen serlo todo a la hora de generar ingresos suficientes.La conclusión vuelve a ser la que muchos hemos hecho ya en blogs, periódicos y similares: Palencia se muere. Mal consuelo es ver que también nuestras ciudades vecinas también. Por desgracia, y tragándonos nuestro orgullo, tenemos que aferrarnos a la esperanza más a corto plazo: recemos por que el efecto que el AVE ha provocado en Cataluña o en Castilla la Mancha sea el mismo para la otra Castilla, a la que pertenecemos.

La fauna nocturna findesemanera

Sorprendente el panorama del fin de semana a altas horas de la noche... Si fuera foráneo, sólo cabría en mí una pregunta: Macho... ¿aquí la peña... qué se chuta?
Viernes por la noche (o, en su defecto, cualquier noche, es que da exactamente igual): en la plaza metálica de la zona, un grupo de tres chachos dando un guantazo a otro que había tenido gresca por allí. Ahí siempre hay gente que se pega, quizás porque es un espacio mucho más amplio que justo en medio de la carretera entre el ahora "Gabana", ring por excelencia de los inquietos pre-adolescentes, y el ahora también "Requetón" o "Sabrosón" o como quiera llamarse, que ya le costó "pillar" la norma de que a determinada hora se cierra el garito... porque los primeros días veías latinos entrando y saliendo, perdón, levantando y cerrando la persiana metálica como Pedro por su casa hasta altas horas.
El sábado, justo un día después, el típico solo, desorientado, que se me acerca y en un idioma de lengua de trapo (el dialecto ése que se habla un día como ese a unas horas como aquéllas) consigo entenderle que si era no sé quién. Evidente, no era yo porque no le conocía de nada. Un rato antes, llamada de mi amigo Manu: «Dios, ¡la que se está montando en el Salón! ¡Había como unos 60 gitanos pegándose entre ellos, hasta que han llegado coches de policía y han salido dispersos!» Me fío de Manu, no creo que se llame a esas horas para contarnos nada más que eso.
Y luego, para rematar la noche, un loco corriendo por Manuel Rivera abajo gritando como un poseso a las 5 de la mañana poniendo a parir a un conductor que se había saltado el semáforo en rojo...
A la mente también se me viene el rayón que entre fosa y fosa se metió una joven sin cortarse un pelo en el descansillo de un portal cerquita del Merlín... Ver para creer. La noche palentina en su pleno esplendor: para no echar gota.

Pues como siempre

Palencia vuelve a la calma. Una vez pasadas las fiestas, más cuando acaba el veranillo de San Miguel, todo parece seguir por los mismos derroteros que siempre.
Los días se hacen cada vez más cortos, caen las primeras lluvias, vuelve a oírse el mismo griterío de siempre a la misma hora de siempre, la del recreo, en los patios de los colegios de siempre... cada vez con menos niños y con la sensación de que, por más pisos que se levantan, Palencia se muere.

Las calles céntricas se llenan de coches en las horas puntas... Los currantes siguen en sus mismos trabajos de siempre, con los mismos problemas de siempre y, muchos por desgracia, con el mismo sueldo de siempre.
Los políticos empiezan el curso, con el mismo afán de siempre, trabajando en cada pleno, en la Sala del Ayuntamiento de siempre...
El Palencia vuelve a las andadas, como casi siempre... Como este año las cosas no le vayan bien, a La Balastera acabarán yendo... los de siempre.
“Todo fluye, nada permanece”, decía uno de los presocráticos. Pero no es eso lo que se recoge de la imagen de nuestra ciudad. Estamos los que estamos, somos los que somos... Parece que los mismos estamos siempre.
Salvo nueva catástrofe, en Palencia todo va a seguir igual. ¿Falta de ilusión? ¿Conformismo? ¿Quizás estamos inmersos de lleno en un largo proceso hacia algo y el movimiento es tan lento que parece pasar desapercibido?
Hasta incluso la Fasa, que ha pasado por algún bache hace no mucho, parece volver a la misma producción... de siempre. A corto plazo, no llegará el TAV, no se verá el Palacio de Congresos, no hay previsto ningún plan de ampliación del polígono industrial... Palencia sigue como siempre.

Sí se mantiene la misma calma, calidad de vida, tranquilidad, aire puro, el llegar a todas partes, la cercanía de sus gentes, el mismo buen ambiente cada fin de semana. Pero al fin y al cabo, ¿esto no es lo de siempre?

Raras sensaciones

Desde hoy, nuestros amigos de la web www.cfpalenciaco.com me prestan un huequillo para ir plasmando las impresiones que mi equipo del alma, el Palencia, me va dejando desde el exilio. Gracias a Álex, Luque y compañía. Aquí, el primer artículo:

RARAS SENSACIONES

Uno ya no sabe cómo reaccionar ante las sensaciones que nos provoca el Palencia cada nueva temporada.
Es una extrañísima mezcla de ilusión, la que nos intenta cada pretemporada vender la directiva; de incertidumbre, por la cantidad de caras nuevas que llegan a nuestra ciudad; de esperanza, por creer que este año puede repetirse la gesta del pasado; de desconfianza, por el bajón de la segunda vuelta, el mal comienzo de la presente y la renovación por tres años de un entrenador que prefirió lo táctico a lo divertido; de lejanía, por el hecho de que tan sólo un palentino figure en la plantilla; pero también de cercanía, porque el Palencia sigue siendo nuestro equipo del alma.
Aún así, con el estómago revuelto de palentinismo, con todo lo bueno y lo malo que eso supone, ya estamos preparados para el torrente de partidos que tenemos por delante de Liga, no así, desgraciadamente, de Copa. Pese a todo, las pilas cargadas, los pelos como escarpias y una sonrisa de oreja a oreja en estos primeros compases. Enseguida llegarán los problemas o las alegrías, en función de cómo les hayamos colocado el listón a los nuestros.
De verdad que uno no sabe cómo postrarse ante lo que se avecina. Esas sensaciones son tan frágiles y confusas que un simple resultado hace que nos tambaleemos por dentro para bien o para mal. Podemos haber llegado eufóricos a La Balastera y salir desinflados tras ceder dos puntos frente al Conquense (por desgracia los árbitros también juegan). O sentirnos expectantes ante el Lemona y Ponferradina, y acabar con el corazón resentido de emoción cuando vemos las orejas a los penaltis. O sentirnos fuertes y superiores ante el partido de Tafalla y salir con un rostro bien diferente tirando a pachucho.
Pese a todo, no me importa no tener claro es lo que uno siente en estos primeros momentos. Lo que para mí tiene importancia es que todo lo que me pasa es por culpa del Palencia. Y eso es, el amor a unos colores, lo que siempre me mantiene satisfecho y más tranquilo.

Del sueldo del Alcalde

De aquí a dos semanas, el Congreso va a debatir qué podrá hacerse o no con el sueldo de nuestros alcaldes. Buena propuesta la de Izquierda Unida, que pretende evitar que el mandamás de turno cobre tanto como le venga en gana. Recordemos el “escándalo” de la subida de sueldo a la que se sometió Marcelo de Manuel, al mismo tiempo que nos metió una buena subida con los impuestos municipales. Una chorrada si lo comparamos con los recientes casos de Mijas y Torrelodones, en los que sus alcaldes se han querido subir más de un 37 % sus honorarios.
Se trata de un paso adelante para evitar que al puesto de la Alcaldía quiera acceder un chupóptero, que no confundir con corrupto (véase Marbella). Un paso adelante para que no llegue un listo cuyo voto nos costara dinero.
Con Heliodoro, en este sentido, los palentinos podemos sentirnos, incluso, tranquilos. Nuestro alcalde es el segundo que menos cobra de entre todas las capitas españolas: un total de 46.000 euros anuales. Tan sólo tiene por debajo al alcalde de Tarragona, del PSC, que cobra los 33.200. Curioso que también sea del PSC el alcalde que más cobre: Jordi Hereu, el de Barcelona: 117.398 euros, bastante más que el mismísimo Presidente del Gobierno.
Marcelo de Manuel fue uno de los que prefirió, aprovechando ese vacío legal que estudiará la Cámara Baja, subirse un sueldo que Gallego optó por recortarlo unos 6.000 euros (entonces un millón de pesetas) cuando fue reelegido.En 1999, cuando la reeleción del PSOE en Palencia, el alcalde nos costaba 37.800 euros anuales. Hoy, ocho años después, 8.200 más que entonces. Un promedio de 1.000 euros más al año. ¿Es una subida coherente? ¿Debería tener luz verde de verdad esa Ley? ¿Estamos satisfechos los palentinos con los que cobra nuestro máximo representante en el Ayuntamiento? Como nunca llueve al gusto de todos, cada cual tendrá su respuesta. Aún así, creo que la situación, en el caso de alguien la viera mal, cabe pensar que podría ser muchísimo peor.

Recomendable, a este respecto, por cierto, el artículo "Política de otros tiempos" que publica en su blog Eto Demerzel.

Creo que hoy dejan entrar gratis

Hoy me parece que no cobran por entrar a las entrañas de la Catedral. Es que, y sorpresa también la mía, me dijeron (porque no lo pone por ninguna parte) que desde el 1 de agosto te cobran por dar la vuelta al ruedo por el interior del templo. Y qué más da que seas de Palencia, de Villamoronta o de Moscow, que te van a cobrar como "visitante".

Curiosa iniciativa de Turismo para recaudar dinero: lo que hasta hace nada era un templo para el disfrute (tan sólo era de pago el museo catedralicio) ahora es otro museo más. La Catedral pierde así el valor espiritual que tenía. Ahora uno entra y no le recibe el silencio, le recibe una señorita en un mostrador que te dice que si quieres entrar sin pagar no debes rebasar los cordones, tan sólo tienes acceso a la Capilla del Sagrario. Lo demás se ve por un módico precio de 1,5 euros o algo más si buscas alguien que te vaya explicando. Si no la dices nada, te los cobra, pero luego te explica que hay algún día de visita gratuita y no sé qué dias sueltos concretos que para los palentinos también es gratis.
El precio no es caro, no, pero no sé qué habrán dicho quienes iban a menudo a rezar ante tal o cual figura. En Segovia, por ejemplo, "segovianos gratis", y punto. El resto, los turistas, pues que paguen. Sí que es verdad que hay Catedrales mucho más caras, pero de más nivel que la nuestra (Toledo, sin ir más lejos, ante la cual, una mujer argentina, al saber que cobraban unos 6 euros para entrar, exclamó: "ché con los cristianos", o algo parecido).
En fin, todo el que pueda y quiera renovarse espiritualmente en nuestra Bella Desconocida, que aproveche hoy a bajar a la cripta, que me parece que hoy, por ser el día de nuestro patrón, dejan entrar gratis... y hasta regalan un vasito de agua milagrosa.